Rue20 Español/ Rabat
Un estremecedor testimonio de los horrores perpetrados por el Frente Polisario ha salido a la luz, revelando la magnitud de los crímenes cometidos contra las mujeres saharauis y sus familias en los campamentos de Tinduf. Según el portal Fosatin.org, las voces de los habitantes de estos campamentos han comenzado a liberarse, rompiendo el silencio impuesto por el temor y denunciando las violaciones, secuestros y asesinatos cometidos por la cúpula del Polisario.
Desde la creación de la llamada «Escuela 27 de Febrero«, un lugar supuestamente destinado a la educación de mujeres, pero vedado a todos los hombres excepto a los líderes del Polisario, han circulado múltiples relatos sobre la explotación y abuso de mujeres jóvenes que eran llevadas a este lugar para satisfacer los deseos de una dirigencia enferma de poder. Las mujeres hermosas eran seleccionadas de todos los rincones de los campamentos para ser ofrecidas a los líderes, quienes no dudaban en utilizar cualquier medio para asegurarse de que sus víctimas quedaran a su disposición.
El relato del fallecido Hamadi Ould Bishraya es especialmente desgarrador. Él y su esposa dejaron una vida próspera en las Islas Canarias para unirse a lo que creían que era una causa noble. Sin embargo, Hamadi fue secuestrado, encarcelado y torturado hasta la muerte, todo para dejar a su esposa vulnerable ante los avances de los líderes del Polisario. A pesar de los intentos de coacción, ella resistió valientemente, pero la tragedia ya estaba escrita.
Este patrón de secuestro y abuso se repite en numerosos casos, como el de Abdulrahman Libek, cuya esposa fue acosada sexualmente por altos mandos del Polisario apenas llegaron a los campamentos. Tras denunciar sin éxito, Libek decidió regresar a Marruecos, prefiriendo la dignidad que ofrece su patria a la degradación impuesta por el Polisario. Casos como el suyo reflejan la desesperación de muchas familias que, habiendo creído en la causa del Polisario, se encuentran atrapadas en una pesadilla de abuso y corrupción.
El informe de Fosatin.org también recoge los horrores vividos por una joven de la tribu Ait Oussa, quien fue secuestrada y violada por un alto líder del Polisario. Al quedar embarazada, fue ejecutada para evitar el escándalo, y cuando su padre protestó por la desaparición de su hija, también fue asesinado. Estos casos reflejan una realidad brutal en la que la vida y la dignidad de las mujeres saharauis son sistemáticamente violadas y desechadas por una dirigencia que ha perdido toda humanidad.
Estas atrocidades, que incluyen secuestros nocturnos de niñas bajo el pretexto de «misiones» y la explotación de adolescentes, son parte de un modus operandi que refleja la corrupción y el abuso de poder de la dirigencia del Polisario. Las historias de sufrimiento y horror que emergen de estos campamentos son un testimonio del abuso sistemático de derechos humanos y de la necesidad urgente de justicia para las víctimas y sus familias.
La cruel realidad es que estos crímenes siguen ocurriendo en los campamentos de Tinduf, donde el Polisario continúa ejerciendo su tiranía con el apoyo del régimen argelino. Las voces de las víctimas finalmente están siendo escuchadas, y es deber de la comunidad internacional actuar para poner fin a estas atrocidades.
