Rue20 Español/ Alhucemas
Fikri SOUSSAN*
En el contexto global actual, donde la diplomacia y la opinión pública juegan un papel crucial en la resolución de conflictos territoriales, la comunidad marroquí en el extranjero emerge como un actor clave. Es ampliamente reconocido que los Marroquíes Residentes en el Extranjero (MRE) desempeñan un papel fundamental en la defensa de la integridad territorial de Marruecos, especialmente en lo que respecta a la cuestión del Sahara. A través de diversas acciones y esfuerzos, contribuyen a fortalecer la posición de Marruecos en el escenario internacional y a sensibilizar a la opinión pública mundial sobre la legitimidad de sus reivindicaciones.
La relación entre Sm el Rey Mohamed VI y los Marroquíes Residentes en el Extranjero (MRE) es un vínculo de profunda admiración y respeto mutuo. El Rey ha destacado en múltiples ocasiones el papel vital que desempeñan los MRE en la defensa de los intereses nacionales de Marruecos, especialmente en lo que respecta a la integridad territorial y la causa del Sahara. En su discurso pronunciado con motivo del 69º aniversario de la Revolución del Rey y del Pueblo, el soberano rindió homenaje a los cinco millones de marroquíes y cientos de miles de judíos marroquíes que residen en el extranjero, reconociendo su inquebrantable compromiso con su patria y su defensa decidida de sus intereses superiores, a pesar de las dificultades que puedan enfrentar. El Rey Mohamed VI también ha subrayado la importancia de que los MRE se involucren aún más en el proceso de desarrollo de Marruecos, resaltando que esta comunidad cuenta con perfiles de clase mundial en diversos ámbitos, desde la ciencia hasta la economía, la política, la cultura y el deporte. Para apoyar a los MRE en su contribución al desarrollo nacional, el Rey ha instado a la creación de un mecanismo de acompañamiento dedicado, que facilite la movilización de sus competencias y talentos, y ha invitado a las instituciones públicas y al sector financiero a abrirse más a las iniciativas de inversión provenientes de la diáspora marroquí. En definitiva, para el Rey Mohamed VI, los MRE son un motivo de orgullo para Marruecos, y su participación activa en el desarrollo del país es esencial para el futuro de la nación.
Una de las principales formas en que los MRE contribuyen es mediante la diplomacia ciudadana. Residiendo en diferentes países y contextos culturales, actúan como embajadores informales de Marruecos, promoviendo una comprensión más profunda de la realidad histórica y política del Sahara. Participan activamente en eventos culturales, conferencias y debates públicos donde presentan argumentos y evidencias que respaldan la soberanía marroquí sobre el territorio. Su presencia en universidades, asociaciones y medios de comunicación internacionales permite difundir una narrativa coherente y positiva que contrarresta informaciones erróneas o sesgadas.
Además, los MRE influyen en la formación de políticas públicas en sus países de residencia. Muchos están involucrados en la política local o mantienen relaciones cercanas con figuras políticas y organizaciones influyentes. A través de estas conexiones, abogan por el reconocimiento de la soberanía marroquí y buscan influir en las decisiones gubernamentales y las resoluciones internacionales relacionadas con el Sahara. Su capacidad para movilizar apoyos y generar consenso es esencial para fortalecer la posición diplomática de Marruecos.
Otro componente esencial es la comunidad empresarial entre los MRE, que también juega un papel significativo en la defensa de la integridad territorial. Empresarios marroquíes en el extranjero invierten en proyectos en el Sahara, impulsando el desarrollo económico y demostrando el compromiso de Marruecos con el progreso y la estabilidad de la región. Estas inversiones crean empleo, mejoran la infraestructura y elevan el nivel de vida de los habitantes locales, lo que refuerza el argumento de que Marruecos es el administrador legítimo y eficaz del territorio.
La dimensión cultural es otro ámbito donde los MRE aportan de manera notable. A través de la promoción de la cultura saharaui y marroquí en general, fomentan el entendimiento y la apreciación de la diversidad y riqueza cultural de la región. Organizan exposiciones, festivales y eventos artísticos que muestran las tradiciones, música, arte y gastronomía del Sahara, fortaleciendo los lazos culturales y emocionales con el territorio y su gente.
Sin embargo, estos esfuerzos enfrentan desafíos significativos. Uno de los más grandes es la presencia de movimientos y grupos que promueven narrativas opuestas, a menudo respaldados por intereses geopolíticos contrarios a los de Marruecos. Estos grupos también realizan campañas de sensibilización y lobby, lo que crea un entorno competitivo y, a veces, hostil para los MRE que defienden la posición marroquí. La difusión de información errónea y propaganda puede dificultar la tarea de presentar hechos y argumentos basados en la realidad.
Otro desafío importante es la falta de coordinación y recursos entre las diferentes comunidades de MRE. Aunque muchos trabajan con entusiasmo y dedicación, la ausencia de una estrategia unificada puede limitar la eficacia de sus esfuerzos. Es esencial establecer redes sólidas y estructuras organizativas que permitan una acción más coordinada y estratégica, maximizando el impacto de sus actividades y mensajes.
La integración y adaptación en los países de residencia también presentan dificultades. En algunos casos, los MRE pueden enfrentar obstáculos lingüísticos, culturales o incluso discriminación, lo que complica su capacidad para influir y participar activamente en la sociedad local. Superar estas barreras requiere esfuerzos adicionales en educación, formación y empoderamiento comunitario.
Además, las fluctuaciones en el contexto político internacional pueden afectar la receptividad hacia las reivindicaciones marroquíes. Cambios en las alianzas políticas, conflictos regionales y otras dinámicas globales pueden influir en cómo se percibe y aborda la cuestión del Sahara en diferentes foros internacionales. Los MRE deben ser capaces de adaptarse rápidamente a estos cambios y ajustar sus estrategias de acuerdo con las circunstancias.
A pesar de estos desafíos, el compromiso y la contribución de los Marroquíes Residentes en el Extranjero siguen siendo invaluables para la defensa de la integridad territorial de Marruecos. Su dedicación, experiencia y conexiones internacionales aportan una dimensión vital a los esfuerzos nacionales, complementando el trabajo diplomático oficial y fortaleciendo la posición de Marruecos en el mundo. Es fundamental seguir apoyando y empoderando a esta comunidad, proporcionándoles los recursos y la coordinación necesarios para que sus esfuerzos sean aún más efectivos y sostenibles en el tiempo.
*Fikri SOUSSAN es profesor en el Departamento de Estudios Hispánicos de Fez
