Rue20 Español/ Rabat
Entrevista realizada por Rue20 Español
Rue20 Español tuvo el privilegio de entrevistar a El Hassan Belarbi*, profesor titular de Ingeniería Química en la Universidad de Almería y una de las voces más influyentes entre los académicos marroquíes residentes en España. A lo largo de esta conversación, Belarbi ofrece una visión profunda y crítica sobre la evolución de las políticas hacia los marroquíes residentes en el extranjero (MRE), abordando temas esenciales como la participación política, la preservación de la identidad cultural, y el papel crucial de la diáspora en el desarrollo económico y social de Marruecos
—Profesor Belarbi, como académico marroquí en España, ¿cómo percibe la evolución de las políticas gubernamentales hacia los marroquíes residentes en el extranjero en las últimas dos décadas?
A lo largo de las últimas dos décadas, podemos identificar claramente dos fases en la evolución de las políticas gubernamentales hacia los marroquíes residentes en el extranjero. La primera fase fue muy activa y estuvo marcada por importantes avances, como la designación del 10 de agosto de 2003 como Día Nacional de la Comunidad Marroquí en el Extranjero, la creación del Consejo de la Comunidad Marroquí en el Extranjero (CCME) en 2007, y la inclusión de derechos significativos para los MRE en la Constitución de 2011, especialmente a través de los artículos 16, 17, 18 y 163. Sin embargo, en los últimos años, hemos observado un notable descenso en el interés de los gobiernos sucesivos hacia los MRE. Las políticas públicas han pasado a ser más circunstanciales y excepcionales, lo que lamentablemente no ha estado a la altura de las expectativas y ambiciones de esta comunidad que ha contribuido tanto a su patria madre.
—En su experiencia, ¿cuáles son las principales preocupaciones de los marroquíes en el extranjero en relación con su conexión con Marruecos?
Hasta la fecha, la relación entre los marroquíes residentes en el extranjero (MRE) y Marruecos sigue siendo sólida, como se refleja en la masiva afluencia de esta comunidad durante los veranos y en las cifras récord de transferencias monetarias, que en 2023 alcanzaron los 11,8 mil millones de dólares. No obstante, existen preocupaciones recurrentes que no deben pasarse por alto. Entre ellas, los precios abusivos de los billetes de avión y barco, que aumentan considerablemente durante la temporada alta, y el encarecimiento de los servicios de hostelería, a menudo comparables o incluso superiores a los de destinos turísticos europeos. Además, los problemas administrativos que enfrentan los MRE, especialmente en verano, cuando la reducción de personal en los servicios consulares y administrativos agrava la situación, siguen siendo una gran fuente de inquietud.
—Se ha hablado mucho sobre la posible creación de un ministerio independiente para los marroquíes residentes en el extranjero. ¿Cree que esta medida podría resolver mejor los desafíos que enfrenta la diáspora marroquí?
Sin duda, la creación de una agencia independiente o un ministerio soberano que no dependa de la agenda política de ningún partido sería una medida altamente efectiva. Este organismo permitiría gestionar de manera más adecuada los asuntos de los MRE, garantizando una coordinación estrecha y efectiva con otras entidades como el CCME y la Fundación Hassan II para los MRE. Además, un ministerio de estas características podría liderar el desarrollo de políticas sostenibles y a largo plazo, que respondan de manera integral a las necesidades específicas de la diáspora marroquí, superando los enfoques circunstanciales que hemos visto hasta ahora.
—El Consejo de la Comunidad Marroquí en el Extranjero (CCME) fue creado para representar los intereses de la diáspora. ¿Cómo evalúa su desempeño hasta la fecha? ¿Cree que hay áreas que necesitan mejoras?
El CCME ha desempeñado un papel significativo en el enriquecimiento de la biblioteca nacional, contribuyendo con cientos de investigaciones y estudios sobre los MRE, lo que ha permitido un mayor entendimiento de esta comunidad, que ya supera los 6 millones de personas. Sin embargo, después de 17 años desde su creación, la renovación del Consejo, que debería realizarse cada cuatro años según su «dahir» fundacional, sigue pendiente. Es urgente revitalizar el CCME, dotándolo de un marco jurídico más robusto, con los recursos financieros adecuados y con un equipo humano suficiente y competente para que pueda llevar a cabo su misión en las mejores condiciones posibles. Estas mejoras son esenciales para que el CCME pueda continuar representando eficazmente los intereses de los marroquíes en el extranjero.
—La Constitución marroquí de 2011 otorgó derechos específicos a los marroquíes en el extranjero. Sin embargo, algunos critican la falta de implementación efectiva de estos derechos. ¿Cuál es su opinión sobre este tema?
La Constitución de 2011 consagró el derecho de los MRE a integrarse en los órganos representativos y de decisión, pero, lamentablemente, hasta la fecha, estos derechos no se han traducido en leyes que los regulen de manera efectiva. Esta situación es motivo de preocupación para la comunidad marroquí en el extranjero. Los gobiernos sucesivos han citado problemas técnicos como justificación para no permitir el voto de los MRE en las elecciones marroquíes, lo que contradice el discurso político oficial que se ha mantenido en torno a este tema. Es esencial que se proceda a la implementación de estos derechos para garantizar la equidad y el reconocimiento de una comunidad que ha contribuido enormemente al desarrollo de su patria madre.
—Desde su perspectiva, ¿qué papel podrían desempeñar los marroquíes en el extranjero en el desarrollo económico y social de Marruecos?
Los MRE ya desempeñan un papel crucial en el desarrollo de Marruecos, principalmente a través de sus transferencias monetarias, inversiones en infraestructura e inmobiliarias, y el apoyo económico que brindan a sus familias. Sin embargo, es fundamental seguir fortaleciendo estas contribuciones en sectores clave como la industria, el turismo, la educación y, especialmente, en la transferencia de conocimientos. Invertir en las competencias de los marroquíes en el extranjero, particularmente en aquellos con alta cualificación, es esencial para acompañar y potenciar los macroproyectos que Marruecos ha iniciado en la última década. La sinergia entre el talento marroquí en la diáspora y las necesidades de desarrollo del país podría ser un motor poderoso para el progreso económico y social de Marruecos.
—Muchos marroquíes en la diáspora desean invertir en su país de origen, pero enfrentan barreras. ¿Qué soluciones propondría para facilitar estas inversiones?
Para atraer a los inversores marroquíes en la diáspora, es crucial establecer garantías jurídicas claras que les brinden confianza y seguridad en sus inversiones. También sería beneficioso contar con agentes económicos especializados en los consulados y representaciones diplomáticas, quienes podrían facilitar y orientar a los inversores sobre los procedimientos administrativos necesarios para invertir en Marruecos. Además, sería útil fomentar la captación de posibles inversores, tanto dentro como fuera de la comunidad, y facilitar la asociación de los MRE con inversores internacionales, particularmente en regiones estratégicas como los territorios saharauis marroquíes. Estas medidas no solo reducirían las barreras actuales, sino que también impulsarían un entorno más favorable para la inversión y el desarrollo económico.
—En términos de participación política, ¿cree que se han dado los pasos adecuados para integrar a la diáspora en el proceso democrático en Marruecos?
La integración política de los MRE sigue siendo una asignatura pendiente. Es imprescindible hacer justicia y poner en práctica los artículos de la Constitución de 2011 que garantizan la participación política de los MRE. Hasta que no se adopten medidas efectivas en este sentido, la comunidad marroquí en el extranjero continuará sintiéndose marginada de los procesos democráticos de su país de origen. La plena inclusión de los MRE en la vida política marroquí es fundamental para fortalecer los lazos entre la diáspora y Marruecos, y para asegurar que sus voces y preocupaciones sean escuchadas y representadas de manera adecuada.
—La educación y la cultura son aspectos importantes para la preservación de la identidad marroquí en el extranjero. ¿Qué iniciativas cree que deberían promoverse para reforzar estos vínculos?
La Fundación Hassan II de los MRE juega un papel clave en la preservación de la lengua y la cultura marroquíes. Sin embargo, es esencial que sus recursos se adapten y evolucionen en proporción al crecimiento de la población MRE, que hoy en día supera los 6 millones. Además, es fundamental centrar la atención en las nuevas generaciones, que requieren un enfoque más dedicado y específico. Esto podría lograrse apoyando a las ONGs que trabajan en este ámbito y financiando proyectos competitivos enfocados en la educación y la cultura, asegurando que se lleven a cabo con el mayor rigor y transparencia posibles. De esta manera, se reforzarán los vínculos culturales y se garantizará la transmisión de la identidad marroquí a las futuras generaciones.
—Finalmente, ¿cuál es su mensaje para los marroquíes residentes en el extranjero sobre cómo pueden seguir contribuyendo al desarrollo de Marruecos mientras mantienen sus raíces culturales y conexiones con su país de origen?
Mi mensaje para los marroquíes residentes en el extranjero es que continúen siendo embajadores activos de Marruecos, defendiendo sus intereses tanto en su país de origen como en sus países de acogida. Es esencial que se esfuercen por proporcionar la mejor educación y formación a las nuevas generaciones, asegurando que estas crezcan con un fuerte sentido de identidad marroquí. Al mismo tiempo, deben seguir fortaleciendo los lazos con Marruecos, participando en su desarrollo económico y social a través de inversiones, conocimientos y experiencias adquiridas en el extranjero. Nunca subestimen el poder de transmitir a sus hijos el amor por su patria madre; esta conexión emocional es fundamental para mantener viva la herencia cultural marroquí y para que las futuras generaciones sigan contribuyendo al progreso de Marruecos, mientras honran y preservan sus raíces culturales.
*El Hassan Belarbi es profesor titular de Ingeniería Química – Universidad de Almería.