Rue20 Español/ Rabat
El documento histórico fechado el 13 de marzo de 1895 representa un hito significativo en la historia de las relaciones entre Gran Bretaña y Marruecos, en particular en lo que respecta al reconocimiento de la soberanía marroquí sobre el Sahara. Este acuerdo, firmado entre el gobierno británico y el Reino de Marruecos, estipula que la región del Cabo Bojador, ubicada en Saguia el-Hamra, forma parte integrante del territorio marroquí.
El acuerdo firmado el 13 de marzo de 1895 entre Gran Bretaña y Marruecos trata sobre la compra por parte del gobierno marroquí de las propiedades de la North-West Africa Company en Tarfaya. Este documento, autenticado y legitimado por la firma de personalidades de alto rango como el Gran Visir Ba Ahmed Ben Mousa y el ministro británico Sir ErnestSatow, consolida la soberanía marroquí sobre las tierras entre Uad Draa y Cabo Bojador. Estipula explícitamente que estas tierras pertenecen al territorio marroquí: «Las tierras entre Uad Draa y Cabo Bojador pertenecen a Marruecos» y «porque todo esto pertenece al territorio de Marruecos”.
La importancia de este acuerdo radica en que constituye un reconocimiento claro y formal por parte de Gran Bretaña de la soberanía marroquí sobre sus territorios del sur. Este reconocimiento no es aislado; se hace eco de otros acuerdos históricos, como el del año 216 de la Hégira (1802 después de J.C.) bajo el reinado del sultán Mulay Sliman. En este acuerdo, el sultán se comprometía a asistir a los barcos ingleses en apuros en las costas saharianas marroquíes, confirmando así implícitamente la soberanía marroquí sobre estas regiones.
La continuidad de la soberanía marroquí sobre el Sahara, atestiguada por acuerdos internacionales y relaciones diplomáticas históricas, refuerza la posición de Marruecos en el contexto de las negociaciones contemporáneas sobre el estatus de esta región. La firmeza de Gran Bretaña en su reconocimiento histórico de los derechos territoriales marroquíes es un pilar central en la defensa de estos derechos y en la consolidación de la paz y la estabilidad en la región.
Además, este documento destaca que «ninguna otra potencia» tendrá derecho sobre estas tierras sin la concurrencia del Gobierno Británico. La transferencia de todas las propiedades de la compañía al gobierno marroquí por 50.000 £ refuerza aún más esta soberanía.
Este documento histórico, tanto un testimonio del reconocimiento internacional de la soberanía marroquí como un elemento clave del patrimonio diplomático de Marruecos, sigue siendo una referencia esencial para comprender y analizar las dinámicas geopolíticas contemporáneas en torno a la cuestión del Sáhara marroquí.
