Rue20 Español/ Tetuán
Su Majestad el Rey Mohammed VI ha dirigido, la noche del lunes, un Discurso a Su fiel pueblo con motivo del 25º aniversario del acceso del Soberano al Trono de Sus gloriosos Ancestros.
El Rey empezó su discurso destacando los logros y las reformas políticas e institucionales que ya alcanzado Marruecos durante estos 25 años.
“Hemos lanzado numerosos proyectos económicos y de desarrollo, así como programas sociales, que buscan la cohesión social, ofreciendo la posibilidad de acceso de los ciudadanos a los servicios básicos”, dijo el monarca.
Por otra parte, el Rey subrayó la consagración de la integridad territorial, “reforzando la posición de Marruecos en tanto que actor influyente y socio responsable y fiable, a escala regional e internacional”.
A continuación, el Rey Mohamed VI abordó los retos que enfrenta nuestro país, retos que “requieren mayores esfuerzos y vigilancia, así como soluciones novedosas y una gobernanza en la gestión”, matiza.
El más importante de estos retos reside en el problema del agua, que “se está agudizando a causa de la sequía y del impacto del cambio climático, amén del incremento natural de la demanda, además del retraso en la implementación de algunos proyectos programados, en el marco de la política hídrica”.
El Rey ha recordado que “seis años seguidos de sequía han producido un impacto profundo sobre las reservas hídricas y las aguas subterráneas, lo que ha acentuado la precariedad y fragilidad de la situación hídrica”.
Con el fin de hacer frente a esta situación, el Rey ha dado sus orientaciones a las autoridades competentes, con el fin de adoptar todas las medidas urgentes y novedosas, para evitar cualquier carencia de agua.
“Seguimos insistiendo en la necesidad de una óptima implementación de todos los componentes del Programa nacional de abastecimiento en agua potable y de riego 2020-2027, que, gracias a Dios, ha contribuido en el alivio de la gravedad de la situación hídrica”, ha insistido.
Ante el aumento de las necesidades y dificultades, el Rey ha insistido en la necesaria actualización continua de los mecanismos de la política hídrica nacional, fijando un objetivo estratégico para todas las vicisitudes y circunstancias, a saber: “garantizar agua potable para todos los ciudadanos y facilitar el 80%, al menos, de las necesidades de riego en todo el territorio nacional”.
En este contexto, el Rey recomienda que “se debe completar el programa de construcción de presas, otorgando prioridad a los proyectos de presas programados para las zonas que conocen altos índices de precipitaciones”.
“De acuerdo con nuestra visión estratégica, voluntarista y ambiciosa, invitamos a acelerar la realización de los grandes proyectos de traspaso de aguas entre cuencas hidrográficas; de las de Wad Lau y Lukus, a la de Umm Errabia, pasando por las de Sebú y Buregreg”, ha subrayado, destacando que ello “permitirá aprovechar mil millones de metros cúbicos de agua que se perdían en el mar”.
El Monarca ha recalcado que es necesario también “acelerar la finalización de las plantas desaladoras de agua de mar, según el programa establecido para las mismas, que pretende movilizar más de 1,7 mil millones de metros cúbicos al año”, subrayando que ello “permitirá a Marruecos, en el horizonte de 2030, cubrir más de la mitad de sus necesidades en agua potable, a partir de estas plantas, además de regar amplias superficies agrícolas, lo que contribuirá a reforzar la seguridad alimentaria del país”.
El Rey da como ejemplo a la planta desaladora de Casablanca, que será la construcción más grande de su género en África y la segunda más grande del mundo, que funcionará al 100% con energía limpia.
No obstante, el Rey ha reconocido que el mayor desafío “seguirá siendo la finalización de las plantas programadas y de los proyectos de energías renovables, vinculados a las mismas, dentro de los plazos fijados y sin demoras”.
Dado que la producción del agua en plantas desaladoras, requiere el abastecimiento de las mismas con energía limpia, se hace necesario “acelerar la finalización del proyecto de enlace eléctrico para la transferencia de energía renovable, a partir de las regiones del sur hacia el centro y el norte, en un futuro cercano”, ha recalcado.
En este sentido, el Monarca ha llamado a obrar por “desarrollar una industria nacional en el campo de la desalación del agua del mar, creando filiales para la formación de ingenieros y técnicos especializados; además de fomentar la creación de empresas marroquíes especializadas en la realización y mantenimiento de las plantas desaladoras”.
“Queremos insistir en que no debe haber ninguna complacencia ni demora o mala gestión en una cuestión tan decisiva como la del agua”, ha reiterado.