Rue20 Español/ Fez
Meryem Ghoua
El partido inaugural de los Juegos Olímpicos de París-2024 será recordado para siempre por su carga emocional y, sobre todo, por su final feliz. Los Leones del Atlas nunca han vencido a una selección sudamericana en un partido oficial. Esta extraña parte de la historia llegó a su fin después de un final de partido increíble.
Antes que nada, destaquemos las fuertes elecciones del técnico de la Sub-23 de Marruecos, Tarik Sektioui. Por ejemplo, la permanencia del centrocampista de Bolonia Oussama El Azzouzi en el eje de la defensa dio tranquilidad y seguridad a los jugadores y al portero Munir y la opción de un centrocampista técnico y complementario Targhaline/Richardson/El Khannous también tuvo éxito.
El lateral derecho del PSG, Achraf Hakimi, como buen capitán, ofreció un partido XXL, Munir fue decisivo con sus inefables paradas y Soufiane Rahimi envenenó a Otamendi y demostró una vez más su eficacia de cara a la portería. Por último, una mención especial a la actuación mágica de Ilias Akhomach. Sin su brillante intuición en el minuto 46, este Argentina-Marruecos nunca habría adquirido una dimensión épica.
En conclusión, en términos de juego, los Leones del Atlas están en la misma línea con los demás favoritos. Sin embargo, hay que tener cuidado con el exceso de confianza, porque los dos próximos partidos, contra Ucrania e Irak, tendremos que afrontarlos como finales. Al jugar con la misma generosidad y precisión, los hombres de Tarik Sektioui vivirán otros partidos legendarios y otros momentos mágicos en París.