Rue20 Español/El Aaiún
El jefe del Estado Mayor del Ejército argelino, Saïd Chengriha, se vio obligado a recibir este martes, en Argel, al comandante del Mando África de los Estados Unidos [AFRICOM], el general Michael Langley; en un encuentro que evidencia la falta de posicionamiento de Argelia en la región.
La visita del general Langley a Argel se produce después de su participación en los ejercicios militares «African Lion 2024» celebrados en territorio marroquí, incluido el Sáhara.
Estos ejercicios, los más grandes realizados en África, contaron con la participación de unos 7,000 efectivos de una veintena de países, demostrando el amplio reconocimiento internacional de la soberanía marroquí sobre el Sáhara.
La reciente participación de AFRICOM en ejercicios militares en la región es una clara señal del apoyo estadounidense a la integridad territorial de Marruecos. Mientras tanto, Marruecos continúa fortaleciendo sus lazos militares con Estados Unidos.
Durante el «African Lion 2024», ambos países realizaron ejercicios conjuntos contra armas de destrucción masiva en el puerto militar de Agadir, reforzando su cooperación en materia de seguridad regional.
La fría recepción de Argelia al jefe de AFRICOM contrasta con la cálida acogida que Marruecos brinda a sus aliados internacionales.
El presidente argelino, Abdelmadjid Tebboune, recibió igualmente, hoy martes, al general Michael Langley.
Este episodio subraya el creciente aislamiento diplomático de Argelia en el conflicto artificial del Sáhara y la consolidación de Marruecos como socio estratégico clave para Estados Unidos en el norte de África.
La visita del general Langley a Argel, tras su paso por territorio marroquí, envía un mensaje claro: Estados Unidos reconoce la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara y ve al Reino como un aliado fundamental en la región.
Este respaldo diplomático y militar refuerza la posición de Marruecos y deja a Argelia en una posición cada vez más incómoda y aislada en el escenario internacional.
Cabe destacar que Estados Unidos reconoce la marroquinidad del Sáhara, siendo como parte integral del territorio marroquí y bajo soberanía marroquí, tras la firma del acuerdo de reconocimiento por parte del expresidente estadounidense Donald Trump en diciembre de 2020.