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Abdallah Lamane, un estudiante de ingeniería marroquí, nunca se habría imaginado que su destino lo llevaría a las cimas de la educación superior estadounidense.
Sin embargo, este joven de 24 años no solo ha obtenido el codiciado pase de acceso a la Universidad de Harvard, en Boston, Estados Unidos, sino que también es el primer marroquí admitido en el prestigioso programa doctoral «Health Sciences And Technologies» del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y de la Escuela de Medicina de Harvard.
«Nunca habría imaginado poder ir a Harvard. Un sueño que inspira a muchos. Ahora es mi responsabilidad llevar en alto los colores de la excelencia marroquí en esta prestigiosa institución», dijo Abdallah Lamane a la MAP, durante un homenaje que se le rindió junto a sus padres, en una recepción el viernes en la sede de la embajada de Marruecos en París, donde se mostró feliz por la cálida acogida que le brindó la embajadora de SM el Rey, Samira Sitail.
Fierté que de recevoir Abdellah #Lamane, élève-ingénieur de @centralesupelec, 1er #marocain 🇲🇦 reçu au programme doctoral en ingénierie médicale "Health, #Sciences and Technologies" de MIT et la prestigieuse @Harvard Medical School de #Boston aux #EtatsUnis.
Felicitations 👏 pic.twitter.com/b72shXrXrl— Ambassade du Royaume du Maroc en France 🇲🇦 (@AmbaMarocFrance) June 28, 2024
Nacido en una familia marroquí modesta, con padre de Casablanca y madre de Marrakech, y criado en un barrio de Chanteloup-les-Vignes, en las afueras de París, Abdallah Lamane ha tenido una trayectoria notable.
Asistió al instituto preparatorio Janson-de-Sailly en París antes de continuar sus estudios en CentraleSupélec, una de las mayores escuelas de ingeniería de Francia. En cada etapa de su vida, ha sabido superar los obstáculos y avanzar hacia el éxito.
Como el ascensor social no ha estado a su servicio, Abdallah, que siempre luce una sonrisa, ha contado con el apoyo, el sacrificio y la motivación constantes de sus padres.
«Los valores que me inculcaron mis padres me han inspirado constantemente para apuntar alto, tanto en mis estudios como en mi vida personal», confiesa. «Mi aceptación en el doctorado en Harvard es la culminación de 24 años de educación, es la guinda del pastel», dice, y añade que «es el mejor regalo que podría haber hecho a mis padres por todos sus sacrificios».
El proceso de selección en Harvard para este programa, uno de los más antiguos de ingeniería biomédica del mundo, es extremadamente riguroso, y los candidatos compiten con estudiantes de todo el mundo.
Según el joven estudiante marroquí, la Universidad busca personas con trayectorias variadas y comprometidas con la investigación. Abdallah, con su expediente «excelente», su «diversidad cultural» y su «afán de superación», supo entonces distinguirse.
Su formación e investigación también lo llevaron a Stanford, donde obtuvo una beca para realizar una pasantía el año pasado. Tras esta pasantía de seis meses, terminó su año sabático en la Universidad de Harvard, en uno de los hospitales de la facultad de medicina.
«Volveré en septiembre para el doctorado conjunto entre Harvard y el MIT en el campo de la utilización de la inteligencia artificial para el diagnóstico por imagen», precisó.
«La idea de mi tesis doctoral, que durará entre cuatro y cinco años, es profundizar en los temas en los que he trabajado, en particular la utilización de la IA en el diagnóstico por imagen.
Se trata de ayudar a los radiólogos y oncólogos a automatizar ciertas tareas repetitivas gracias a los últimos modelos de IA», explica Abdallah, quien ha recorrido recientemente los platós de televisión franceses, compartiendo su increíble trayectoria e inspirando a miles de jóvenes. Según él, el diagnóstico por imagen, un sector en auge, podría transformar la forma en que los médicos trabajan a diario.
«Esto permite localizar con precisión los tumores y dirigir las radiaciones de forma específica para un tratamiento más eficaz».
«Estoy muy contento de poder unirme a la comunidad marroquí en Boston y de seguir profundizando los lazos entre la investigación estadounidense y marroquí», dijo. Abdallah también se mostró «maravillado» por los programas de varias universidades del Reino, en particular los de la Universidad Mohammed VI Politécnica (UM6P) en Benguerir.
«El Marruecos de hoy está en plena transformación, está creciendo a una velocidad vertiginosa», subraya con orgullo, afirmando que tiene «un vínculo muy profundo con su país de origen». Y añade: «La educación y la cultura marroquíes han sido un pilar fundamental en mi juventud y siguen siéndolo hoy en mi identidad».
La madre de Abdallah, Saida El Idrissi Daffali, se mostró «muy contenta» por el logro de su hijo y «muy orgullosa» del homenaje que les rindió la embajadora de Marruecos. «Hemos inculcado a nuestros hijos el amor a la patria. Los valores ancestrales de nuestro país. Además, vamos al menos una vez al año a Marruecos para que los niños mantengan el vínculo con su país y también para que descubran su cultura y su patrimonio», afirmó a la MAP esta madre de tres hijos, dos varones y una niña, todos con trayectorias honorables.
«Es el sueño de todos los padres ver a sus hijos triunfar. Es más que un logro. Abdallah siempre ha sido excelente y siempre ha sacado muy buenas notas», se alegró por su parte su padre Brahim Lamane.
«Es muy decidido y le deseamos mucha suerte», añadió el Sr. Lamane, instalado en Francia desde 1989, rogando por el éxito de todos los niños del país que aspiran a hacer realidad sus sueños más audaces.