Rue20 Español/Rabat
El Abbas Tahri Joutey Hassani
La justicia belga se desentendió del caso «Qatargate», ayer sábado, 15 de junio, poniendo fin a dos años de infructuosas investigaciones, especialmente en su vertiente marroquí.
Este caso, que implica acusaciones de corrupción e injerencia en el Parlamento Europeo, ha sido devuelto a Rabat para que dos ciudadanos marroquíes puedan ser juzgados, en un asunto en el que nunca deberían haber sido citados o al menos sin pruebas tangibles.
Esta decisión se produce tras las duras críticas a la gestión de la investigación por parte de Bélgica, calificada incluso de «Belgiumgate» por un abogado de una eurodiputada griega implicada.
El escándalo estalló en diciembre de 2022, revelando comportamientos dudosos entre algunos eurodiputados y sus colaboradores, lo que provocó llamamientos a una mayor transparencia en el Parlamento Europeo.
Sin embargo, las reformas propuestas, como el registro obligatorio de las reuniones entre lobistas y eurodiputados, fueron bloqueadas, alimentando las críticas de grupos como Transparencia Internacional.
A pesar de un año de investigaciones, la justicia belga ha optado finalmente por desistir, o incluso por una huida hacia adelante, confiando al Reino el juicio de los dos marroquíes «acusados».
Esta decisión supone una confirmación tardía de la postura de Marruecos, que había negado toda implicación desde el principio.
La cámara del consejo de Bruselas ha retirado formalmente las acusaciones de corrupción, blanqueo de capitales y participación en una organización criminal de manos de la justicia belga; devolviendo, a su pesar, el caso a la justicia marroquí, una forma de encubrir el fracaso del ensañamiento contra Marruecos.
Esta decisión no sólo representa un retroceso para la justicia belga, sino también un reconocimiento implícito de las posiciones defendidas por Marruecos desde el inicio de este caso.
