Rue20 Español/ Fez
Meryem Ghoua
Es necesario un flashback en la historia del nuevo León del Atlas, Brahim Díaz. En junio de 2023, Brahim Abdelkader tuvo que tomar dos decisiones cruciales. La primera, elegir quedarse en su zona de confort en el AC Milan o desafiarse a si mismo en el Real Madrid. La segunda era optar por el país donde nació y creció o decidirse por la bandera roja decorada con la estrella verde del Reino de Marruecos, país dónde esta derramada su sangre.
En ese momento, Brahim era el mediapunta rossoneri. En Madrid, en el mejor de los casos, sería sólo el suplente de Bellingham y el sustituto de Asensio que se marchó al PSG, en busca de los galones iniciales que nunca pudo conseguir en el Santiago Bernabéu.
La elección era igualmente arriesgada para Brahim en cuanto a qué selección debía elegir. El reflejo de seguridad le habría exigido esperar una llamada de Luis de la Fuente, es decir una posible llamada de un técnico que le olvidó en los Juegos Olímpicos de Tokio, y que nunca ha contado con sus servicios desde que sustituyó a Luis Enrique en diciembre de 2022.
El riesgo consistió en salir de sus referentes habituales y responder al llamado de las raíces, sabiendo que la FRMF lo corteja desde 2017. Después de 7 años de reflexión, la respuesta de Brahim Díaz coincidió perfectamente con su visión de la vida: responder a los desafíos y asumir riesgos.
En Madrid tuvo que desafiar el escepticismo de Carletto Ancelotti, que le dio minutos de juego hambrientos durante los primeros meses de la competición. Y, sin embargo, cada vez que entraba en juego, Díaz daba la impresión de que se iba a “comer” el pasto.
Voluntario, esperó su momento cuando los titulares estuvieran flojos. Resultado de su audaz decisión: 12 goles y 9 asistencias en 42 partidos, con momentos excepcionales como el gol marcado contra el Leipzig en la Liga de Campeones o la gesta obtenida en la Supercopa contra el Atlético de Madrid.
¿Otro resultado? Un triplete: LaLiga, Supercopa de España y Champions League. La ovación y el respeto de la afición merengue son la prueba de que silenció a los más escépticos en Chamartín.
Su difícil segunda opción corre el riesgo de dar frutos a largo plazo. Llamado a convertirse en líder ofensivo de los Leones del Atlas, Brahim Díaz deberá asumir su nuevo rol desde estos dos partido oficiales contra Zambia (2-1), en el que brilló con una asistencia, y contra Congo que tendrá lugar mañana martes en Agadir.
La prueba no será otra vez fácil ante los duros defensores del Congo. Pero su inteligencia de juego en espacios reducidos, su sentido del trabajo en equipo y su eficacia de cara a la portería pueden prestar valiosos servicios a los Leones del Atlas, con el plus de un estatus de liderazgo en previsión de la próxima CAN en casa y especialmente en el Mundial-2030.
Ahora bien, ¿es un potencial Balón de Oro africano? Todo dependerá de su actuación con Marruecos, y del inicio de la próxima temporada con los merengues. Un equipo llamado a jugar en 7 competiciones: Liga, Champions, Supercopa de España y Europa, Copa del Rey, Mundial de Clubes y Copa Intercontinental.
La misión será difícil teniendo en cuenta la competencia formada por sus compatriotas Rahimi, Hakimi y El Kaabi, el marfileño Haller y el nigeriano Lookman. Pero conociendo la tenacidad de Brahim, éste se dará los medios para lograr este objetivo: convencer a los votantes del Balón de Oro después de haber seducido a Ancelotti y conquistado a Regragui.
