Rue20 Español/Madrid
Walid El Moumen
El ministro de Asuntos Exteriores de España, José Manuel Albares, aprovechó ayer lunes su encuentro en Madrid con su homólogo egipcio, Sameh Shoukry, para responder duramente a las represalias israelíes sobre el Consulado español en Jerusalén, después de que España reconociera Palestina como Estado soberano e independiente.
Durante su comparecencia en la rueda de prensa, en la que trataron la situación en Gaza y Oriente Medio, el jefe de la diplomacia española afirmó que «el Consulado español en Jerusalén existía y funciona desde mediados del siglo XIX, mucho antes de que se creara el Estado de Israel», según se pudo seguir.
Esta respuesta bien tejida es resultado de varias provocaciones por parte del Estado hebreo y su ministro de Exteriores, Israel Katz, que intensificó su discurso hostil contra España, especialmente tras el reconocimiento del Estado Palestino y su abogacía por volver a las fronteras de 1967; a una Palestina con su capital en Jerusalén Este.
Desde que estalló la guerra entre la resistencia y el ejército israelí, España veía apropiado acudir a la solución de los dos Estados, considerándola como la opción más apta para poner fin a este conflicto que envejeció en la historia contemporánea.