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Meryem Ghoua
Las competiciones entre clubes profesionales a nivel internacional finalizan este sábado con la final de la Liga de Campeones que enfrentará al Real Madrid del internacional marroquí, Brahim Díaz, contra el Borussia Dortmund.
En la final de la UEFA Conference League, el pasado miércoles, Marruecos estuvo en el punto de mira. Ayoub El Kaabi marcó el gol que le dio al Olympiakos su primer trofeo europeo, el primero para un club griego. Unos minutos más tarde fue sustituido por un viejo conocido, Youssef El Arabi
A continuación, las selecciones nacionales tomarán el relevo con un programa muy intenso. En Europa, Alemania se prepara para acoger la 17ª edición de la Eurocopa durante un mes, del 14 de junio al 14 de julio de 2024.
La 48ª edición de la Copa América está prevista en Estados Unidos del 21 de junio al 15 de julio de 2024. África, a partir de la próxima semana, prepara su participación en el Mundial de 2026 coorganizado por Estados Unidos, México y Canadá.
Marruecos acogerá algunos partidos oficiales en Uchda, El Jadida y Berkane en virtud de acuerdos establecidos por la Real Federación Marroquí de Fútbol (FRMF) con federaciones amigas. Todos están en la carrera por clasificarse para el próximo campeonato mundial.
La selección marroquí disputará dos partidos oficiales: el sábado 7 de junio contra Zambia en Agadir y cuatro días después contra el Congo en Kinshasa. Autores de una gran victoria a domicilio contra Tanzania, los marroquíes se encuentran en una eliminatoria favorable.
No es la primera vez que Marruecos y Zambia se encuentran en el mismo grupo de clasificación para un Mundial. En 1973 compitieron por la clasificación para el Mundial de Alemania 1974. En ese entonces Marruecos sufrió una gran decepción en Lusaka con una memorable derrota por 4-0. Su victoria por 2-0 en la vuelta no fue suficiente. El escandaloso arbitraje del ghanés Major Lamptey será recordado para siempre.
Este recordatorio es útil y pretende sensibilizar a la opinión pública sobre las dificultades que tendrá que afrontar la selección nacional durante estos dos partidos. Dos partidos decisivos para el resto de la eliminatoria.
Walid Regragui es consciente de ello y ha elegido el comando que le acompañará para superar los obstáculos que sin duda se presentarán contra los Leones. Tiene una plantilla rica en jugadores, la mayoría de ellos coronados con sus respectivos clubs.
Regragui será el encargado de poner en marcha una estrategia, una organización, elegir un once inicial y entrenar en función de la evolución de los partidos. El resto es de los jugadores, de sus cualidades y del estado mental en el que se encuentran tras el fracaso marfileño.
El papel del entrenador es darles confianza a los jugadores, pero sin una reacción positiva de los principales jugadores, los resultados nunca estarán ahí. Pep Guardiola, el mejor entrenador del mundo, según una reciente declaración de Carlo Ancelotti, suele pedir a sus jugadores “que demuestren personalidad para ganar”. Tiene razón. La personalidad en el fútbol es fundamental.
Los jugadores deben saber ser agresivos, en el buen sentido de la palabra, con el portador del balón y centrados en lo que tienen que hacer. Deberán poner sus cualidades al servicio del colectivo si quieren triunfar. Los juzgaremos por su capacidad de dar lo mejor de sí mismos, porque si la derrota es parte del juego, rendirse ante la adversidad no lo es.
Siempre recordamos las combinaciones del trío Hakimi-Ounahi-Ziyech, las fintas y regates de Boufal y la autoridad de Bounou, Saïss, Aguerd y Amrabat durante el Mundial de Qatar. El empate contra Croacia en el primer partido y la victoria contra Bélgica liberaron sus energías y les permitieron expresar su talento. Desde entonces existe la Copa de África.
Con casi los mismos jugadores, el mismo discurso y las mismas instrucciones, los resultados desaparecieron y las dudas comenzaron. A los jugadores les faltó personalidad y ganas. Esto es lo que debemos encontrar rápidamente para dar este paso adicional que permitirá a nuestros jugadores alcanzar constantemente el alto nivel.
