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El líder de los extremistas españoles, Santiago Abascal, aprovechó una tribuna electoral, ayer martes, en vísperas de las elecciones regionales en Cataluña, para lanzar su veneno contra la comunidad marroquí, acusándola de «islamizar» la región.
Marruecos se ve envuelto, a su pesar, en la campaña para las elecciones regionales en Cataluña. De forma que el martes, 7 de mayo, el antimarroquí Santiago Abascal, líder del partido extremista Vox, aprovechó la fuerte presencia migratoria marroquí para arengar a sus votantes sedientos de racismo y segregación, según se puede contestar en la plataforma X.
Jordi Pujol prefirió la inmigración marroquí a la hispanoamericana y ahora los separatistas se preguntan por qué Cataluña se parece cada vez más a Marruecos 🇲🇦 que a Cataluña.
Son culpables de la islamización ☪️ de esta tierra. @Santi_ABASCAL en Nou Barris ⬇️ pic.twitter.com/fF19I881wV
— VOX 🇪🇸 (@vox_es) May 7, 2024
En un mitín electoral en vísperas de las elecciones regionales, previstas para el 12 de mayo, Abascal arremetió violentamente contra la comunidad marroquí residente en la región. Para este tribuno de verbo empapado en odio, los marroquíes de Cataluña serían la causa del declive de la región.
Abascal continuó su diatriba acusando a los residentes marroquíes de no querer adaptarse a las costumbres del país y de transgredir la ley descaradamente.
Por ello, lanzó que serán sometidos a «la ley religiosa», que está por encima de cualquier ley civil y de la libertad de las personas.
Abascal, abiertamente y sin pudor, recurrió a un discurso islamófobo y consideró la presencia de los marroquíes en Cataluña como una amenaza para la identidad de los españoles.
«Los separatistas se preguntan después por qué Cataluña se parece más a Marruecos que a Cataluña», añadió.
En el fondo, jóvenes y menos jóvenes, por desgracia, aplaudieron calurosamente este discurso de odio.
Del mismo modo, en los comentarios que acompañan al tuit que recoge parte de su discurso, son unánimes al «saludar» lo que llaman la «valentía» de Abascal para contrarrestar la «invasión islamista».
No es la primera vez que este líder político extremista se enfrenta a la comunidad marroquí, el colectivo extranjero más importante establecido en la región.
Se peca de pasividad ante los discursos de odio que no deberían ser tolerados. Además, a pesar de ser un importante caladero de votos, prefieren abstenerse de participar en las citas electorales donde se decide su futuro y el de sus hijos.
Es inadmisible poner una etiqueta a un colectivo cuya presencia es de larga data. Más de 300.000 marroquíes viven en Cataluña, sin mencionar a los naturalizados.
Su contribución a la economía y la prosperidad de la región es innegable, como lo atestiguan varios estudios de renombre.