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Walid El Moumen
El Gobierno español, liderado por Pedro Sánchez, ha expresado una posición prudente en relación al acuerdo de pesca entre Marruecos y la Unión Europea, en espera del fallo de la Corte de Justicia de la Unión Europea (CJUE).
Esta respuesta, publicada en el sitio web oficial del Senado español, subraya la insistencia del gobierno de España en «continuar el trabajo técnico necesario para la renovación de este acuerdo».
Es una postura bien entendida; España se encuentra en una situación delicada, ya que el acuerdo permitía a más de 90 buques españoles pescar en las costas marroquíes.
A pesar de la expiración del acuerdo el 17 de julio pasado, las recientes conclusiones de Tamara Capita, abogada general de la UE, que recomiendan la anulación del acuerdo, no son vinculantes para la corte, lo que refleja la actitud reservada de España ante la incertidumbre legal.
La no renovación del acuerdo ha generado preocupaciones sobre la viabilidad económica y social de los pescadores y empresas españolas relacionadas con el sector pesquero, según lo revelado por los medios de comunicación españoles.
El ministro español de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha defendido la conformidad del acuerdo con el derecho internacional y ha expresado la voluntad de España de encontrar una solución favorable a pesar de los desafíos legales y políticos.
Tanto la Comisión Europea como Marruecos han manifestado su disposición a evaluar la renovación del acuerdo de pesca, con una decisión final que se tomaría en interés mutuo.
La posible renovación del acuerdo sería beneficiosa para el sector pesquero marroquí, un pilar económico importante que representa más del 2% del PIB del país y genera 220,000 empleos directos.
De acuerdo con lo mencionado, el vecino del Norte aboga por la renovación de este acuerdo para mantener su flota pesquera activa.
De momento, la actividad pesquera en las costas marroquíes está en pausa, a la espera de la decisión final de la CJUE, que se espera para finales de 2024. Sin embargo, las indicaciones actuales sugieren una orientación positiva hacia la continuación de la colaboración entre Marruecos y la UE.