Rue20 Español/Rabat
Zakariae Alem
Valencia es una de las ciudades más atractivas de España, conocida por sus playas, monumentos históricos, clima bonito y gente tan amable. Una ciudad así merece con excelencia ser una sede del Mundial 2030. No obstante, hay quien no quiere esto o, por lo menos, no trabaja seriamente para lograrlo.
El Valencia CF tiene un proyecto ambicioso desde hace ya muchos años. Se trata de construir un nuevo estadio. Nou Mestalla, el estadio planeado para reemplazar al emblemático Mestalla, ha sido durante años un proyecto que ha fluctuado entre la esperanza y la frustración.
Iniciado en 2007 con la intención de ser una sede moderna y expansiva para el Valencia CF, el estadio ha enfrentado numerosos obstáculos que han retrasado su finalización. Sin embargo, a pesar de los contratiempos, el Nou Mestalla sigue siendo un símbolo de esperanza para los valencianos y valencianistas de todo el mundo, una promesa de un futuro brillante para su amado equipo y su ciudad.
España, junto con Marruecos y Portugal, está preparando su expediente final, con las sedes definitivas del Mundial. Sin duda, Valencia está entre las candidatas. No obstante, esto implica disponer de una serie de requisitos. La condición más importante es tener un estadio moderno.
El plan era que el Valencia CF construyera el estadio, cumpliendo una serie de condiciones para tener numerosos beneficios urbanísticos, en el marco de lo llamado ATE (Actuación Territorial Estratégica). Sin embargo, parece que el dueño del club, el singapurense Peter Lim, no quiere invertir tanto dinero en este proyecto. Solo quiere un estadio al límite de la necesidad del club.
La brecha entre el Ayuntamiento de Valencia y el club sobre el proyecto es muy grande, ha llevado incluso a las dos partes al Tribunal Superior de Justicia (TSJ). El fallo del tribunal se dará a conocer muy pronto y está previsto que será en contra de Peter Lim, lo que perjudicaría aún más su imagen como dueño de un club de fútbol.
Si lo previsto se realizara, sería muy difícil que el club llegase a otro acuerdo con el ayuntamiento, sobre todo después de haber perdido totalmente la confianza en las palabras de Lim y su compañía.
Si la ciudad se quedara sin ningún acuerdo por la construcción del Nou Mestalla antes del año 2030, o se queda tan solo con un estadio Low cost que no cumpliera con los requisitos de la FIFA, Valencia se quedaría sin Mundial.
Todo está parado actualmente. El Nou Mestalla ahora se parece más a un monumento histórico que a una construcción moderna. Se trata de una realidad muy triste para los valencianos y valencianistas, que desde hace ya años viven una situación muy difícil con Peter Lim, que tampoco quiere invertir casi nada en lo deportivo y toma decisiones arbitrarias, lo que se ve reflejado en el nivel del equipo.