Rue20 Español/Madrid
El Abbas Tahri Joutey Hassani
El Gobierno español ha salido al paso, hoy martes, de las acusaciones que apuntan al Reino de Marruecos como responsable del espionaje al móvil del presidente Pedro Sánchez.
Así lo ha manifestado el director del Gabinete de la Presidencia, Óscar López, tildando dichas acusaciones de «bulo, maledicencia y teoría conspiranoica», según se pudo seguir; habiendo rechazado tajantemente cualquier insinuación sobre la implicación de Marruecos en este caso.
López ha expresado su sorpresa ante las «ciertas sospechas y teorías conspiranoicas» vertidas por el diputado de EH Bildu, Jon Iñarritu, calificándolas de propias de «la ultraderecha».
El representante del Ejecutivo ha sido contundente al afirmar que «este tipo de bulos y maledicencias no afectan a la seguridad nacional ni al interés general», siendo «más bien» una campaña de desinformación.
En línea con la defensa del Gobierno, el Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, ha reivindicado recientemente las buenas relaciones con Marruecos, asegurando que es un país estable que «juega un papel estratégico» en la región del Mediterráneo y en África.
El Ejecutivo español ha dejado claro que no tolerará acusaciones infundadas contra un aliado estratégico como Marruecos.
En palabras de López, «este Gobierno no hace guerra sucia contra sus rivales políticos, como lo hicieron otros».
Además, ha recalcado que el Gobierno de Pedro Sánchez «ha acabado la guerra sucia» contra el independentismo catalán, reafirmando su compromiso con el Estado de Derecho y la transparencia.
Las declaraciones del Gobierno y de Borrell ponen de manifiesto la importancia de mantener relaciones sólidas con Marruecos, un país clave para la estabilidad en el Mediterráneo y un socio imprescindible en la lucha contra los desafíos regionales.
A pesar de las tensiones ocasionales, ambas partes reconocen la necesidad de preservar los lazos y fortalecer la cooperación en áreas de interés mutuo.
