Rue20 Español/Brujas
El Abbas Tahri Joutey Hassani
Las sólidas relaciones hispano-marroquíes se cimentan en múltiples pilares de cooperación estratégica; el acuerdo pesquero es un claro ejemplo de ello, uniendo a dos países vecinos y aliados en pro de la prosperidad compartida.
El ministro de Agricultura y Pesca de España, Luis Planas, aseguró, hoy lunes, desde Bélgica, que tanto la Comisión Europea como el Consejo de la UE están preparados «para cualquier escenario» sobre el futuro del acuerdo pesquero con Marruecos, incluso si el Tribunal de Justicia de la UE decidiera anularlo, según EFE.
Planas hizo estas declaraciones desde la ciudad belga de Brujas, donde se celebró una reunión informal de ministros de Pesca de la UE.
En la reunión se abordó el pacto pesquero después de que la semana pasada una abogada general del Tribunal de Justicia de la UE pidiera anular el acuerdo.
No obstante, el ministro español quiso tranquilizar recordando que «no hay que prejuzgar las situaciones»; y que «hasta el momento, ninguna decisión del propio tribunal ha sido adoptada».
Además, resaltó que «tanto la Comisión, como el Consejo de la UE y Estados miembros como España estiman que el acuerdo se ajusta a Derecho comunitario y a Derecho internacional».
En este sentido, Planas subrayó que «el Tribunal hará lo que estime oportuno» y que «no siempre sigue el criterio de los abogados generales»; por lo que insistió en que es «muy pronto para hacer ningún juicio» hasta que no haya una sentencia.
El ministro también puso en valor la importancia del pacto pesquero con el Reino Marruecos al ser «uno de los elementos que unen a un país cercano, socio y amigo de la Unión Europea, como es Marruecos, con la Unión Europea».
Por lo tanto, según Planas, «estas consecuencias también hay que tenerlas muy presentes» de cara a cualquier decisión que se tome.
En definitiva, a pesar de la opinión de la abogada general, la postura de la UE reflejada a través de las palabras de Luis Planas es clara en su apoyo al acuerdo pesquero con Marruecos y en la necesidad de «esperar a la sentencia» antes de sacar conclusiones; lo que denota su firme apuesta por mantener las excelentes relaciones con su importante socio y vecino del sur: el Reino de Marruecos.