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Meryem Ghoua
La comida de Ramadán es una ocasión muy especial para los musulmanes. Tras el ayuno diario, las familias y los amigos se reúnen en los hogares y las mezquitas para celebrar el estar juntos y poder conmemorar estas fechas tan significativas.
En todas las mesas se sirven platos típicos de las cocinas de todos los países donde los fieles celebran el Ramadán y que han ido pasando entre generaciones durante siglos, constituyendo todo un compendio de cultura gastronómica.
Unos de los platos más tradicionales y famosos de este sagrado mes en Marruecos son: Harira, Shorba de lentejas, Mlawi, Beghrir, Chebbakiya, Briwat, Bissara…
Este último plato, el Bissara, gachas de habas, es una joya culinaria que proviene del norte de África, especialmente popular en Marruecos y Egipto. Este plato, a menudo considerado como un humilde manjar, tiene raíces profundas en la tradición y la cultura de la región, siendo un testimonio de la rica historia gastronómica del Magreb.
A base de habas o guisantes partidos, el Bissara es más que una simple sopa o puré; es una experiencia que evoca la hospitalidad y calidez de los hogares norteafricanos. Su sabor, aunque sencillo, es profundo y reconfortante, convirtiéndolo en un alimento esencial durante los meses más fríos o el sagrado mes de Ramadán.
La Bissara se originó en el Egipto faraónico hace unos 4000 años. Los antiguos egipcios lo conocían como fouleya y se elaboraba con frijoles o guisantes frescos en lugar de secos.
Los emigrantes egipcios importaron Bissara a otros países de las regiones de Oriente Medio y África del Norte, a saber, Palestina, Argelia, Marruecos y Túnez. El Bissara es relativamente popular en Marruecos y ya se ha vuelto un plato muy tradicional.
Cuenta la leyenda que el famoso Abdelkarim el Khattabi y sus soldados lo comieron antes de cada gran batalla y este plato caliente y lleno de vitaminas les dio coraje y valor en la batalla.
Ingredientes
El Bissara se compone de frijoles secos o guisantes cultivados. Viene con aceite de oliva , pimentón , ajo y cebolla , además de sal , pimienta , jengibre y comino .
En Marruecos , y dependiendo de la región, la bissara se prepara a partir de habas secas solas o con guisantes partidos. Se sirve con comino, pimentón y un chorrito de aceite de oliva.
Preparación:
1- Cocemos las habas; si no disponemos de apenas tiempo, compraremos los botes que venden en los supermercados con las habas ya cocidas: os aseguro que el plato no perderá sabor. Tanto si se escoge una opción u otra, hay que escurrirlas y enjuagarlas bien, dejándolas apartadas en un colador.
Originalmente el Bissara tiene un aspecto menos vistoso y parecido a una sopa. De hecho, es la forma habitual en la que se sirve en Marruecos, y su humildad es tal que se ha incorporado al refranero popular marroquí con la frase «es tan pobre que sólo come bissara».
2- En una sartén ponemos la mitad del aceite de oliva, el ajo y la cebolla, picado todo muy pequeño. Dos dientes de ajo es lo que recomiendo, pero si os gusta más picante quizás deberíais añadirle uno más (y si lo preferís muy suave, uno menos).
3-Sofreímos todo a fuego lento, removiendo de vez en cuando para que no se pegue.
4-Cuando la cebolla empiece a estar transparente, echaremos las habas que tenemos apartadas en el escurridor y lo dejaremos a fuego medio unos 5 o 6 minutos.
5-Lo ponemos todo en el vaso de la batidora, junto con el resto del aceite de oliva, el zumo de limón, el comino, el orégano, la pimienta negra y la sal. Lo batimos todo muy bien hasta que quede como un puré: esa textura pastosa es la ideal para comerlo (y para presentarlo).
Trucos y consejos
—Remojo de los guisantes: Además de remojar los guisantes secos durante la noche, puedes añadir una cucharadita de bicarbonato de sodio al agua de remojo. Esto ayudará a ablandar los guisantes de manera más efectiva.
—Especias tostadas: Antes de añadir las especias a la olla, puedes tostarlas ligeramente en una sartén seca a fuego bajo. Esto realzará su sabor y aroma.
—Variaciones de especias: Si te gusta el picante, puedes añadir una pizca de pimentón picante o chile en polvo a la receta para darle un toque de calor. También puedes experimentar con otras especias como jengibre, cúrcuma o canela para agregar sabores diferentes.
—Consistencia de la sopa: Si prefieres una sopa más espesa, puedes reducir la cantidad de agua utilizada durante la cocción o añadir menos agua al triturar los guisantes. Por otro lado, si prefieres una sopa más ligera, puedes añadir más agua durante la cocción o al final, si es necesario.
Más allá de su sabor, el Bissara es un reflejo de la filosofía culinaria de la región: aprovechar al máximo los ingredientes locales y transformarlos en preparaciones que nutren tanto el cuerpo como el alma. Es también un recordatorio de la importancia de la comida como elemento unificador, donde una simple olla puede reunir a familias y comunidades.
En resumen, el Bissara no es solo un plato, sino una celebración de la herencia, la tradición y la comunidad del norte de África. Es la esencia del Magreb servida en un bol.