Rue20 Español/Rabat
Zakariae Alem
Se acerca el Ramadán, el mes de ayuno para los musulmanes. En España hay más de dos millones que abrazan el Islam y van a ayunar casi 14 horas al día. LaLiga no es una excepción. Hay varios jugadores que van a hacer el Ramadán esta temporada, lo que supone un reto importante para ellos.
Varios jugadores marroquíes militan en equipos españoles: Abdessamad Ezzalzouli y Chadi Riad del Real Betis, Youssef En-Nesyri del Sevilla FC, Selim Amallah del Valencia CF, Ilias Akhomach del Villarreal CF y Munir El Haddadi de la UD Las Palmas. De otras nacionalidades se puede citar a Nabil Fekir, Ferland Mendy, Mouktar Diakhaby y otros más.
Aunque hay varios jugadores musulmanes que deciden no ayunar, la mayoría se aferra a cumplir con este deber religioso del Islam. No obstante, esto tiene su efecto en la condición física de los jugadores.
El desafío más grande para los futbolistas que hacen el Ramadán es el calendario de los partidos. Los entrenamientos se pueden modelar según las necesidades y la situación del jugador.
No obstante, Si en las ligas de los países árabes se modifica la programación de los partidos según los horarios de comida y de la ruptura del ayuno, en España y en las ligas europeas en general esto no se toma en consideración.
Por consecuencia, tanto jugadores como técnicos y preparadores físicos intentan buscar soluciones. Si la ruptura del desayuno se efectúa justo antes o durante el partido, los fisios intentan hidratar al futbolista poco a poco y le dan alimentación fácil de digestión. Sin embargo, la dosis de los alimentos debe ser precisa para evitar el sentimiento de pesadez. El jugador debe recuperar la energía y la hidratación, pero sin perder su ligereza.
Si el partido se juega durante las horas del ayuno, hay que asegurarse de la condición física del jugador antes de decidir si juega o no, sobre todo de los músculos. Sin agua durante todo el día, el músculo sufre de deshidratación, por lo cual pierde su maleabilidad y es mucho más fácil de romper.
Hay varios desafíos más, como el estado anímico de los futbolistas. Los jugadores que hacen el Ramadán pueden sufrir momentos de disgusto o de malhumor por no poder comer ni beber durante tantas horas. Como solución, los fisios y los entrenadores eligen tipos de entrenamientos divertidos para bajar aquella tensión.
Asimismo, existe el problema del sueño. Los musulmanes se despiertan antes del amanecer para hacer el ‘Suhur’, que es la última comida antes de empezar el ayuno. Esto puede alterar el reloj biológico y afectar su rendimiento.
Aunque hay muchos prejuicios sobre el mal efecto que tiene el ayuno en el rendimiento de los jugadores, no hay ninguna hoja o investigación científica que lo afirme y los futbolistas pueden sentir aún mejor durante el Ramadán por su influencia espiritual.
