Rue20 Español/ Ginebra
Varios expertos y activistas de derechos humanos denunciaron, ayer jueves en Ginebra, el flagelo del reclutamiento de niños en los conflictos armados en todo el mundo, calificando a los campamentos de Tindouf, al sudoeste de Argelia, de punto negro para esta práctica, que constituye una violación grave del derecho internacional humanitario.
Los participantes en la conferencia organizada por la ONG Foro Independiente para los Derechos Humanos-África, al margen de la 55ª sesión del Consejo de Derechos Humanos (CDH), llamaron a una acción internacional decidida para poner fin al reclutamiento de niños, que atenta contra el derecho del niño a una educación cívica, normal y segura.
El Presidente del Centro Internacional de Investigaciones sobre la Prevención de los Niños Soldados, Abdelkader Filali, se refirió a un mercado internacional de la oferta y la demanda en el que los niños se intercambian como mercancías y se envían a zonas de conflicto armado, señalando que los campamentos de Tinduf forman parte de la «lista de la vergüenza» que incluye varios centros de explotación y reclutamiento de niños.
Los separatistas del «polisario» arrancan a los niños del seno familiar cuando tienen entre ocho y nueve años, para colocarlos en escuelas cuasi-militares que los separan de su entorno familiar y social, impregnándolos de ideologías violentas, ha precisado, señalando que esto causa trastornos constantes en el desarrollo personal de los niños.
Filali respaldó su declaración con una serie de investigaciones periodísticas y testimonios independientes que hablan del infierno de las violaciones de los derechos del niño, describiendo así un espacio geopolítico fuera de las normas internacionales y de las cartas de derechos humanos.
Llamó asimismo la comunidad internacional a aprobar un programa de acción para erradicar el flagelo de los niños soldados para 2040.
Por su parte, el activista español de derechos humanos Pedro Ignacio Altamirano se centró en la situación general en los campamentos de Tinduf, donde la fragilidad de las condiciones de los niños es sólo un aspecto de su deterioro global.
La miseria de los servicios públicos vitales, el desvío de la ayuda humanitaria y el clima de represión generalizada contra diversos sectores de la población crean un entorno siniestro en el que se priva a los niños de los derechos más fundamentales garantizados por los instrumentos internacionales, lamentó.
Altamirano también abordó la problemática de las personas detenidas en los campamentos de Tinduf, denunciando la obstinación del país anfitrión, Argelia, a no permitir el censo de la población y a bloquear el retorno de las poblaciones a sus regiones de origen en el Sáhara marroquí.
La activista de derechos humanos Kajmoula Boussif se centró en la situación de las mujeres en relación con los derechos enunciados en las cartas de derechos humanos, particularmente en materia de lucha contra todas las formas de malos tratos, de violencia y explotación sexual.
En ese coloquio, moderado por Moulay Lahcen Naji, Presidente de la Red Independiente de Derechos Humanos en Ginebra, destacó que ha llegado el momento de llevar ante la justicia a los autores de violaciones flagrantes del derecho internacional humanitario en los campamentos de Tinduf, considerando que este expediente constituye una verdadera prueba para la eficacia de la justicia en el orden internacional.
