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El Abbas Tahri Joutey Hassani
El Reino de Marruecos se presenta como una opción cada vez más atractiva para las empresas e inversores españoles.
Su posición geográfica estratégica, estabilidad económica y apertura internacional hacen de este país el socio ideal para quien quiera aprovechar las oportunidades que ofrece el continente africano, afirma el medio español Atalayar.
«Marruecos ocupa el primer lugar como exportador de fosfatos y es la quinta potencia económica de África», señala Sara Mouak, gerente nacional de ieTeam.
Su diversificada economía, con sectores pujantes como la automoción, agricultura o energías renovables, genera empleo y oportunidades de negocio para las compañías interesadas en establecer relaciones comerciales.
Con más de 38 millones de habitantes y una joven fuerza laboral cualificada y competitiva, Marruecos posee las infraestructuras necesarias para desarrollar todo tipo de proyectos empresariales.
Cuenta con 18 puertos, 19 aeropuertos internacionales, además de una amplia red de carreteras y ferrocarriles que facilitan el intercambio comercial con más de 50 países con los que tiene acuerdos.
Este contexto favorable, unido a las facilidades que ofrecen organismos como el Centro Regional de Inversiones, está llevando a cada vez más compañías españolas a establecerse en Marruecos.
Sectores como la agricultura, automoción o energías renovables, claves para la economía marroquí, se erigen como principales polos de atracción para la inversión extranjera.
Además, el Mundial de Fútbol de 2030 supone una ocasión única para implicarse en los grandes proyectos de infraestructuras que acometerá el país.
Marruecos construirá en Casablanca el estadio más grande de África y ampliará sus comunicaciones para recibir a los 26 millones de turistas que espera en esa fecha, según estima Mouak.
Todo ello generará un sinfín de oportunidades para las empresas españolas interesadas en este mercado en auge.
En definitiva, Marruecos se presenta como una gran oportunidad, pero sobre todo como un valioso aliado geoestratégico y económico para España.
Un socio con el que cultivar relaciones estables y fructíferas en beneficio mutuo a ambos lados del Estrecho.
En resumen, la apuesta de Marruecos por la diversificación económica, las energías limpias y las grandes infraestructuras sitúan al país como un socio clave en el desarrollo del continente africano en las próximas décadas.
Para España, aprovechar esta dinámica de crecimiento sostenible representa una oportunidad de negocio indispensable en un contexto global de cambios geopolíticos.
Enviar ingenieros, profesionales y materiales para los proyectos de futuro de Marruecos puede ser una forma inteligente de España de asentar sus posiciones en el vecindario meridional; allanando, así, el camino a una creciente cooperación económica con beneficios compartidos.