Rue20 Español/ Fez
Meryem Ghoua
El éxito en el fútbol siempre va ligado a la calidad de la plantilla de los clubes. Los equipos más grandes siempre buscan la estrella que por sí sola puede marcar la diferencia o la joya rara que todos los equipos persiguen. Ésta es una realidad indiscutible.
Otra condición para el éxito es el entrenador, porque no basta con tener una cantera de buenos jugadores, hay que mostrarles lo bonitos que es jugar en grupo, definir sus responsabilidades y posiciones y trabajar hipótesis de juego en los entrenamientos, simulando acciones que pueden ocurrir durante partidos contra otros equipos rivales.
El entrenador debe ser también un directivo, un hombre que decide y que compone su once inicial y hace los cambios necesarios según el escenario del partido y la evolución de los jugadores y sus formas físicas. El fútbol moderno tiene esto en cuenta y el entrenador de un equipo profesional nunca está solo, tiene toda una plantilla que le facilita la toma de decisiones.
Los aficionados, que no disponen de toda la información proporcionada por el personal, no siempre comprenden las decisiones del entrenador y esto suele ser motivo de críticas cuando los resultados no están ahí.
Pero si hay un ámbito que los clubes o selecciones nacionales suelen descuidar es el del equilibrio. El equilibrio entre las líneas de defensa, el mediocampo y el ataque deben complementarse y apoyarse, de lo contrario el rival siempre tendrá superioridad numérica en el espacio donde se ubica el balón pero también equilibrio en las líneas.
En la composición del mediocampo es mejor tener uno o dos centrocampistas defensivos y uno o dos centrocampistas ofensivos. También entre los laterales, cuando tienes un lateral ofensivo, tienes que proporcionarle a su espalda un mediocampista que cubra su zona de defensa o un extremo. Esto es válido para todas las posiciones.
Cada equipo grande tiene uno o dos líderes técnicos en cada línea. Constituyen la columna vertebral del equipo y proporcionan equilibrio técnico y relevos en el campo al entrenador.
Pero hay otro equilibrio en el que pensamos menos, el del equilibrio de categorías de edad. Es este equilibrio el que garantiza un éxito duradero. Esto es válido para los clubes, pero especialmente para las selecciones nacionales.
La Mannschaft, la selección alemana de fútbol, tuvo como principio entre los años 1970 y 2014 presentar equipos formados por jugadores de 20 a 23 años, otro tercio por jugadores de 24 a 27 años y otro tercio de 28 a 33 años. La primera categoría trajo el entusiasmo de la juventud, la segunda dominio y madurez en el juego, la tercera experiencia. Fue una época en la que la selección alemana dominó el fútbol europeo y mundial.
Esta estrategia permite a los equipos persistir, mantener la continuidad y evitar caer en los boxes de equipos envejecidos o sin experiencia. La renovación de la generación se produce sin dolor, los logros se consolidan, la llama permanece encendida y el apetito intacto.
Hoy en día, en la selección marroquí tenemos varios jóvenes talentosos como El Khannous, El Azzouzi, Chadi, Abde, Bouchouari, Richardson, Saibari y sin hablar de las estrellas que la FRMF tendrá que convencerles de portar la camiseta nacional: Brahim Díaz y Ilyes Bensghir.
Es esta búsqueda del equilibrio la que debe afrontar Regragui, entrenador de la selección nacional, ahora que ha renovado su contrato y cuenta con la confianza de sus jefes y de la afición de los Leones del Atlas. Las críticas y reproches que se expresaron tras la eliminación de la selección nacional no pusieron en duda en ningún momento su competencia.
Tendrá que confiar en la experiencia de algunos jugadores del épico Mundial de Qatar. Los más maduros entre ellos y los que saben aportar experiencia y sacrificio. Sobre la madurez técnica y táctica de los jugadores que han alcanzado la plenitud de sus posibilidades. Ellos son los nuevos líderes del grupo, deben dar ejemplo y servir de vínculo sobre el terreno. Y, por último, debe confiar en tantos jóvenes que sólo piden mostrar sus talentos y su deseo de servir a la patria.
Acaba de iniciar una importante gira europea para enriquecer su base de datos y contactar con los veteranos y preguntarles sobre su estado de ánimo tras el fracaso de Costa de Marfil. Este es un paso importante dadas las reuniones programadas para los Leones. Las eliminatorias para el Mundial están en la mente de todos en Marruecos. Será absolutamente necesario estar presente en el Mundial de Norteamérica.
Al contrario de lo que pensábamos durante el sorteo, el grupo de Marruecos es un grupo difícil. Tendremos que enfrentarnos al Congo, a Zambia que nos puso en graves dificultades en la CAN, a Tanzania que estaba en el grupo de Marruecos en la CAN y a Níger. Es un verdadero vía crucis que hay que recorrer sin obstáculos. Podemos hacerlo si respetamos el fútbol y sus reglas implicándonos adecuadamente.
