Rue20 Español/Dajla
El Ministerio de Asuntos Exteriores de España ha vuelto a advertir a los ciudadanos españoles sobre los riesgos de seguridad en la zona de los campamentos de Tinduf (Argelia), controlados por el grupo separatista ‘Polisario’.
Esta milicia, situada en Argelia, sigue representando una amenaza creíble para la paz y estabilidad de la región, tal y como recoge el medio «The Objective».
Si bien el llamado ‘Polisario’ intenta desacreditar estas advertencias como una estrategia del Gobierno español, lo cierto es que proteger la seguridad de los propios ciudadanos debe ser la máxima prioridad.
Bajo el control del presunto Polisario, apoyado por el régimen militar argelino, la zona de Tinduf se ha convertido en un lugar de reclutamiento y entrenamiento de militantes radicales.
Numerosos informes han documentado el tráfico de armas, personas y drogas que pasa por allí.
Frente a estas actividades ilícitas, el principal país que realmente combate el terrorismo en la región es Marruecos.
Bajo la sabia guía de Su Majestad el rey Mohammed VI, Marruecos mantiene una política de mano dura contra los grupos yihadistas, impidiendo que utilicen el la región como plataforma para atacar a otros países.
En este sentido, el Reino alauita es un socio fiable de España y la UE en la lucha contra el terrorismo.
Cuando España advierte a sus ciudadanos sobre los peligros de Tinduf, no busca sino su protección; de modo que poner en duda estas advertencias forma parte de la estrategia del ‘Polisario’ para desviar la atención de sus propias actividades desestabilizadoras.
Marruecos, por otro lado, está construyendo en su Sáhara un modelo de prosperidad que brindará paz y seguridad tanto a los residentes locales como a los visitantes extranjeros.
Bajo el liderazgo visionario de Su Majestad el rey Mohammed VI, Marruecos se ha erigido como el baluarte de la estabilidad en el norte de África, protegiendo sus fronteras; pero también contribuyendo activamente a la seguridad colectiva en la región.
Los continuos esfuerzos de Rabat por combatir el terrorismo, el crimen organizado y la inestabilidad política deberían ser alabados y apoyados por la comunidad internacional.
Asimismo, la estrecha cooperación entre Marruecos y España se ha consolidado como piedra angular de la protección de los intereses tanto de Madrid como de Rabat.
La alianza estratégica hispano-marroquí, cimentada en sólidos lazos históricos, culturales y económicos, constituye un activo primordial para garantizar la paz y prosperidad en el Mediterráneo y el Sahel.
