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El Abbas Tahri Joutey Hassani
El Reino de Marruecos se presenta como un mercado muy atractivo para la inversión y el comercio de las empresas españolas, según se desprende de un reciente informe elaborado por la Cámara de Comercio de La Coruña.
El estudio destaca las ventajas competitivas de Marruecos para los exportadores e inversores gallegos, tal y como recoge el diario «𝘓𝘦 𝘔𝘢𝘵𝘪𝘯».
«Marruecos se ha distinguido por su política de apertura económica y su compromiso de atraer inversiones extranjeras, lo que se traduce en un entorno favorable para la inversión y la colaboración comercial», cita el informe.
Además, «la estabilidad política y el crecimiento de la clase media impulsan el poder adquisitivo y crean nuevas oportunidades» para las empresas españolas que quieran ampliar su presencia en el mercado marroquí, señala la Cámara.
Gracias a «su privilegiada posición geográfica y a sus históricas relaciones comerciales, Marruecos es un mercado dinámico y diversificado», afirma el documento.
En este sentido, destaca que «la proximidad geográfica, facilitada por una eficaz red de transporte, establece una conexión directa que reduce las barreras logísticas; y favorece la fluidez de los intercambios comerciales».
Por todo ello, el informe concluye que Marruecos «presenta un importante potencial de crecimiento y expansión»; siendo, por tanto, «un destino estratégico para las inversiones» de las empresas españolas.
Una oportunidad que se ve impulsada por los ambiciosos planes de modernización económica que está llevando a cabo el país, enfocados a sectores como la agricultura, la pesca, la minería, las energías renovables o la aeronáutica.
Asimismo, el acuerdo de libre comercio firmado entre Marruecos y la UE, en 2000, elimina aranceles y trámites; abriendo n abanico de posibilidades en sectores como farmacia, automoción, química o turismo; entre otros, deduce el documento.
En definitiva, este informe pone de manifiesto el enorme potencial que encierra el dinámico mercado marroquí para las empresas españolas.
Su cercanía geográfica, estabilidad macroeconómica y ambiciosas reformas destinadas a modernizar e impulsar sectores estratégicos, unidas a un entorno muy propicio para la inversión extranjera gracias a su política de apertura, hacen de Marruecos un socio comercial de primer orden.
Un socio que, tal y como demuestra el análisis de la Cámara de Comercio de La Coruña, ofrece excelentes oportunidades para que las empresas españolas establezcan nuevas líneas de negocio, se internacionalicen e impulsen su crecimiento en el Reino alauita; aprovechando el potencial de este próspero y pujante mercado.