Rue20 Español/Fez
El Abbas Tahri Joutey Hassani
Nos adentramos en los rincones de la ciudad Imperial de Fez a fin de desentrañar los hilos que la atan ancestralmente a nuestra amada Córdoba —o, más en preciso, «Qurṭuba»—; de la mano de Magdalena Entrenas y su evocadora prosa, recorreremos sus callejuelas milenarias y sus misterios escondidos, descubriendo las almas gemelas que albergó entre sus muros. Almas como la del sabio Maimónides, que halló refugio en su Universidad más venerable para liberar su intelecto.
Nos detendremos en sus huellas olvidadas y en las de tantos andalusíes que, perseguidos, encontraron allí hospitalario asilo; abriremos los ojos a aquel pasado espléndido donde judíos, musulmanes y cristianos coexistieron bajo el manto protector de su cultura hispano-marroquí. Comprenderemos, así, cómo, a través de los siglos, las dinastías pueden cambiar; pero los vínculos del espíritu perduran, trenzando con hilos invisibles —pero indestructibles— estas dos tierras hermanas bañadas por el Misisipi de Levante.
En su artículo para el diario cordobés «𝐶𝑜𝑟𝑑𝑜𝑝𝑜𝑙𝑖𝑠», intitulado «𝐿𝑜𝑠 𝑐𝑜𝑟𝑑𝑜𝑏𝑒𝑠𝑒𝑠 𝑑𝑒 𝐹𝑒𝑧», Magdalena Entrenas realiza un recorrido por la histórica ciudad marroquí de Fez, que pone de manifiesto los profundos vínculos que unen esta urbe con Córdoba; a través de una prosa vívida y sensorial, Entrenas transmite al lector la esencia de este enclave único, Patrimonio de la Humanidad, desvelando aspectos poco conocidos sobre sus orígenes y su conexión con nuestra tierra.
Un aspecto destacable es la temprana fundación de la «Universidad de ʾAl-Qarawiyyīn» en el siglo IX, la primera del mundo; lo más sorprendente es que fuese obra de una mujer, Fáṭima ʾAl-Fihrī, quien invirtió su herencia en este proyecto pionero. Junto a ello, su hermana Mariam construyó la «Mezquita de los Andalusíes» para acoger a los miles de cordobeses expulsados tras la revuelta de 818, dando muestra del papel de la mujer en la edificación de esta cultura.
Esta conexión con Córdoba se debe a que tras la Matanza del Arrabal, la ciudad fecí acogió a buena parte de sus habitantes; entre ellos sobresale la familia del gran pensador Maimónides, quien completó sus estudios talmúdicos y médicos en la Universidad de ʾAl-Qarawiyyīn. Esto pone de relieve el carácter de refugio intelectual que tuvo Fez para los judíos expulsados de Al-Ándalus.
A través de su prosa, la creadora cordobesa, Entrenas, consigue transmitir la esencia atemporal y, a la vez, viva de la Medina de Fez; ese salto atrás en el tiempo que supone perderse por sus infinitos callejones, imaginando encuentros con ilustres personajes como Maimónides. Todo ello genera en el lector empatía y consciencia sobre las raíces comunes hispano-marroquíes, más allá de circunstancias actuales.
En definitiva, este artículo es un valioso ejercicio de recuperación de la memoria histórica y una invitación a mirar más allá de estereotipos; pone en valor los vínculos culturales y de acogida que han unido tradicionalmente ambos lados del Estrecho, más allá de coyunturas políticas pasajeras. Subraya la esencia multicultural e integradora de Fez; cuna de la tolerancia y el saber que también lo fue para muchos andalusíes, y, por tanto, moriscos.
De este modo, por medio de la seductora pluma de Magdalena Entrenas, hemos recorrido los ecos de aquel pasado de convivencia que unió indisolublemente a Fez y Al-Ándalus; un pasado que demuestra cómo ambas orillas del Estrecho han compartido a lo largo de los siglos una cultura, unos valores y unos lazos comunes, ahora olvidados. Sin embargo, bajo el liderazgo visionario de Su Majestad el rey Mohammed VI, Marruecos trabaja por recuperar ese espíritu de tolerancia y diálogo entre culturas; esforzándose por preservar el patrimonio judeo-islámico, y fomentando el acercamiento con España, corrobora que aún es posible construir un futuro de paz sobre los cimientos del respeto mutuo y la comprensión entre los pueblos hermanos. Un futuro donde primen los intercambios culturales sobre las divisiones políticas y se reconozca, de nuevo, nuestra común dignidad.