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El Abbas Tahri Joutey Hassani
El Reino de Marruecos ha sido durante mucho tiempo una importante fuente de muestras de origen extraterrestre, debido a su rico patrimonio geológico; sin embargo, hasta ahora, la legislación sobre la recolección y exportación de estos meteoritos había sido ambigua.
Eso está cambiando, gracias a la implementación de un innovador marco regulatorio diseñado para proteger este recurso natural único, y promover la investigación meteorítica, tal y como recoge el medio «𝘔𝘦𝘥𝘪𝘢 24».
«Marruecos es el único país africano y árabe que dispone de una normativa que autoriza y regula la exportación de meteoritos», señala la doctora Hasnaa Chennaoui, profesora de la Universidad Hassan II de Casablanca y experta en este campo, en un reciente artículo publicado en la revista científica «𝑀𝑒𝑡𝑒𝑜𝑟𝑖𝑡𝑖𝑐𝑠 & 𝑃𝑙𝑎𝑛𝑒𝑡𝑎𝑟𝑦 𝑆𝑐𝑖𝑒𝑛𝑐𝑒».
Chennaoui ha sido una voz clave detrás de los esfuerzos para establecer esta nueva legislación.
El marco actual se basa en una enmienda a la ley minera de 2014 que reconoció el «geopatrimonio», incluidos los meteoritos, como recursos protegidos.
Esto llevó al desarrollo de un decreto de aplicación en 2019 para regular específicamente la recolección y exportación de meteoritos.
Aprobado en 2020, el decreto establece un sistema de permisos gestionado por el Servicio Geológico de Marruecos.
Los recolectores deben obtener un permiso y presentar parte de cualquier hallazgo para su archivo, a cambio de poder exportar legalmente el resto para su investigación y comercio.
«Es un sistema en el que todos ganan», afirma Chennaoui; de modo que protege el patrimonio geológico de Marruecos al tiempo que apoya la importante labor científica que depende de especímenes marroquíes, que según ella contribuyen al menos al 50 % de la literatura meteorítica mundial.
En cuanto a Chennaoui, este marco sin precedentes es fundamental para regular una industria que de otro modo operaría en la indefinición legal.
Si bien reconoce que su aplicación aún se ve obstaculizada por la pandemia y la persistencia de algunas prácticas ilegales, cree firmemente que este enfoque protector y de colaboración es el camino a seguir para Marruecos y sus valiosos meteoritos.
En resumen, Marruecos debe ser elogiado por ser pionero en el establecimiento de una clara legislación para la gestión sostenible de su patrimonio meteorítico natural.
Al reconocer la importancia económica y científica de estos recursos, el nuevo marco regulatorio busca equilibrar la protección con el fomento de la investigación y el desarrollo.
Si bien su aplicación completa llevará tiempo, la visión de colaborar con la comunidad investigadora internacional sienta las bases para un aprovechamiento responsable que beneficiará a Marruecos y a la comprensión mundial de los orígenes del Sistema Solar.
Con esta temprana actuación, el Reino norteafricano demuestra liderazgo regional en materia de conservación geológica, allanando el camino para un modelo de sostenibilidad digno de ser replicado en otros territorios ricos en caídas meteoríticas.
