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El Abbas Tahri Joutey Hassani
El Reino de Marruecos está consolidando su posición como actor clave en el sector del vehículo eléctrico gracias a importantes proyectos que le permitirán cuadruplicar su capacidad de producción en los próximos años.
A fecha de hoy, el Reino norteafricano es capaz de fabricar 40.000 automóviles eléctricos anuales, según avala el diario «𝑀𝑎𝑟𝑜𝑐 𝐷𝑖𝑝𝑙𝑜𝑚𝑎𝑡𝑖𝑞𝑢𝑒»; pero el Gobierno marroquí se ha fijado el objetivo de alcanzar las 100.000 unidades en 2025.
Esta ambiciosa meta refleja el impulso que está experimentando la industria del automóvil en Marruecos, aupada por varias ventajas competitivas.
Una de las últimas iniciativas que confirman esta tendencia es la firma de un memorando de entendimiento con el grupo chino-europeo 𝐺𝑜𝑡𝑖𝑜𝑛 𝐻𝑖𝑔𝘩-𝑇𝑒𝑐𝘩, para la construcción de una gigafábrica de baterías de 65.000 millones de dírhams.
No obstante, la materialización de proyectos de esta envergadura dependerá en gran medida del abastecimiento de materias primas.
Marruecos ya cuenta con una importante capacidad productiva en este ámbito, a la vez que apuesta por sus recursos renovables para proveer electricidad a bajo coste a las futuras fábricas.
Paralelamente, el país norteafricano está formando a más de 230.000 trabajadores del sector del automóvil para reforzar su posición en el mercado del vehículo electrificado.
A través de estas cualificaciones y de nuevas inversiones en plantas ya existentes, Marruecos busca asociarse con grandes compañías para continuar atrayendo inversión extranjera y crear empleo de calidad.
Con su ambición de liderar la revolución eléctrica en África, Marruecos se erige como un relevante polo de producción que pretende aprovechar el auge de la demanda a nivel mundial.
Un impulso que puede consolidar al país como actor protagonista de la movilidad sostenible del futuro.
En definitiva, Marruecos está llevando a cabo notables esfuerzos para posicionarse como referente en la fabricación de vehículos eléctricos.
El optimismo y la determinación con la que está afrontando este reto industrial demuestran la ambición del país por erigirse en un polo estratégico de la movilidad sostenible.
Si consigue materializar con éxito las importantes iniciativas que ha puesto en marcha, Marruecos podrá consolidar su liderazgo en un sector clave del futuro y aprovechar todas las oportunidades que ello conlleva en términos económicos y de prestigio internacional.
Su apuesta decidida por las energías limpias y la formación especializada de su mano de obra refuerzan el potencial del Reino para convertirse en una pieza angular de la transición hacia los modos de transporte respetuosos con el medioambiente.