Rue20 Espanol/ Fez
Walid El Moumen
Ante los éxitos logrados por la diplomacia marroquí tanto en la región Mena como en la del Sahel, las alarmas argelinas se encendieron, al presentar un informe completo de seguridad por parte del Servicio de Inteligencia de Argelia al jefe del Estado Mayor del Ejército argelino y al Consejo Presidencial sobre la crisis diplomática que afectó las relaciones de Argel con Bamako, desde el pasado diciembre.
Este informe, según reveló «Maghreb-Intelligence», advierte severamente a los dirigentes argelinos contra las consecuencias de un acercamiento entre el régimen de Bamako y Rabat. Un acto que consolidaría la influencia de Marruecos en toda la zona.
Los servicios de Inteligencia del régimen militar en Argel consideraron los párrafos estipulados en la Conferencia de Marrakech como una amenaza directa a los intereses de Argelia. El visto bueno de los países sahelianos en materia de la iniciativa Real, que aboga por la conexión del Atlántico con el Sahel, pues, alimenta los profundos temores de Argelia. Según el informe, el proyecto real es un factor que acelerará el aislamiento de la diplomacia argelina en la región.
Argelia que rechazaba la mano tendida de SM el Rey Mohammed VI en más de una ocasión, está ahora cosechando lo que había cultivado . Esto se manifiesta en su fomento de la inestabilidad en países vecinos, ya sea respaldando movimientos separatistas o financiando organizaciones con ideología yihadista.
Las contribuciones de Marruecos al establecimiento de la paz en la región, de hecho, redujo gradualmente la influencia argelina.
«Argelia se ve obligada a gestionar y asumir la responsabilidad de controlar a los grupos rebeldes armados tuareg que ya no estarán capaz de competir militarmente con los Estados de Mali y Níger gracias a los potenciales ingresos económicos obtenidos a través de la cooperación económica con Marruecos», enfatizó «Maghreb-Inteligence».
El intento de Marruecos que apunta a formar parte de la nueva estructuración que está presenciando la economía mundial, junto con los nuevos regímenes ascendientes en “Mali, Niger, Burkina Faso y Chad”, es una fuente de preocupación por parte de los militares de Argel.
Es que es una repercusión indeseable por el vecino oriental que cada día pierde terreno a favor del Reino jerifiano, especialmente con el paro del motor de la diplomacia argelo-maliense.
El acceso de los países sahelianos, que acaban de romper sus vínculos con la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), a la costera atlántica marroquí significaría la prosperidad de la economía del Reino.
Esta iniciativa brindará acceso a la infraestructura del país, comprendiendo carreteras y puertos, así como revolucionará los mercados laborales en todos los países participantes en este gigantesco proyecto real.
Marruecos estará dispuesto a poner sus infraestructuras viarias, portuarias y ferroviarias a disposición de los cuatro Estados sahelianos; todo esto, con el objetivo de mejorar la vida de las poblaciones de estos países, promover la seguridad y afianzar la influencia marroquí en la región.
