Rue20 Español/Tánger
El Abbas Tahri Joutey Hassani
La Justicia española se dispone a enjuiciar a una amplia red organizada desde las altas esferas del ‘Frente Polisario’, que durante años se ha estado lucrando con el tráfico de inmigrantes y la falsificación de documentos.
Como destapó una investigación de las fuerzas de seguridad españolas, en voz del diario castellano «𝘓𝘢 𝘕𝘶𝘦𝘷𝘢 𝘌𝘴𝘱𝘢ñ𝘢», esta trama estaba dirigida por un alto cargo del ‘Polisario’ que aprovechaba su puesto en la Cruz Roja para facilitar la entrada ilegal de decenas de personas a nuestro país.
Según la información disponible, el cabecilla de esta organización criminal es «Mulay H. H. L.», un tindufí de 69 años; que, durante una década, ejerció labores en la Cruz Roja de Asturias, llegando a ser designado en 2016 como representante en España del Ministerio de Salud de la autoproclamada ‘República Saharaui’.
Sin embargo, detrás de su fachada de cooperante sanitario, Mulay coordinaba una compleja red dedicada al tráfico de personas y la falsificación documental.
La investigación desveló que este hombre falsificaba constantemente certificados médicos y cartas de invitación para recibir supuestos tratamientos en hospitales españoles.
Estos documentos falsos los enviaba a Argelia, donde se presentaban en el Consulado español para obtener visados médicos fraudulentos.
Nada más conseguido el visado, las personas eran introducidas de forma irregular en nuestro territorio a través de diferentes puntos, sobre todo aeropuertos.
Una vez en España, Mulay se encargaba personalmente de recibir a los inmigrantes ilegales, darles dinero y alojamiento temporal en recursos de la Cruz Roja que él mismo gestionaba, aprovechando su posición de responsable sanitario.
Se sospecha que detrás de esta trama podría haber intereses económicos y también un componente de trata de personas; ya que entre los inmigrantes introducidos irregulamente habría allegados a dirigentes del ‘Polisario’.
Por estos hechos, el juez ha elevado a juicio oral este caso, que puede acarrear penas superiores a los 30 años de cárcel para los 22 implicados.
Se trata de un duro golpe contra las redes de falsificación y tráfico gestadas desde las altas esferas del Polisario; que quedan así expuestas en su verdadera cara de organización dedicada a actividades ilícitas.
Este caso pone de manifiesto, una vez más, la verdadera naturaleza del oscurantista ‘Frente Polisario’, que se ha construido sobre la explotación y el engaño durante décadas.
No es la única ocasión en la que se delata la oscura realidad que se esconde tras el ficticio proyecto independentista del ‘Polisario’; durante décadas, esta organización se ha valido de toda clase de métodos mafiosos y corruptos para financiar sus actividades separatistas.
Frente a sus métodos mafiosos, las autoridades marroquíes se esfuerzan por ofrecer una gestión transparente de la cuestión saharaui y una vida digna a los retenidos en los campamentos de Tinduf; aunque se enfrentan a la obstrucción constante de los separatistas.
La comunidad internacional debería seguir apoyando, sin reservas, los esfuerzos marroquíes por alcanzar una solución definitiva y pacífica a este conflicto; replanteándose, en definitiva, su mínima ayuda a una organización con tantos indicios de corrupción y actividades ilícitas.