Rue20 Español/Rabat
Zakariae Alem
La selección de Marruecos salió eliminada de la Copa Africana de Naciones. Una amarga derrota ante Sudáfrica ayer acabó con el sueño marroquí de recuperar el título perdido desde 1976. Sin embargo, cada derrota tiene sus causas.
En el fútbol como en la vida, las causas de un resultado o una situación siempre son múltiples, pero hay unas mayores que otras y con mucha más influencia.
Más allá de la mala suerte, en este caso, podemos decir que el primer culpable de la derrota deayer fue Regragui, que cometió una serie de errores para preparar la receta de la derrota.
El estilo de juego
Antes de hablar del once inicial, hay que arrojar luz sobre el estilo de juego. Regragui no quiso repetir errores del pasado, cuando la selección de Marruecos daba todo en la primera mitad, creaba ocasiones, jugaba mejor, pero termina perdiendo al final.
El seleccionador optó por jugar con más calma contra un equipo que le esperaba atrás. Esta apuesta provocó cierta indecisión entre los jugadores marroquíes que, en muchas ocasiones, tenían espacios para correr y huecos para dar pases decisivos pero decidían retrasar el balón a los defensas.
Con los mismos nombres, pero con un planteamiento un poco más atrevido, Marruecos habría podido dominar más el partido y quizá adelantarse en el marcador. Con un gol de ventaja podía haber jugado con mucha más tranquilidad.
Once inicial
Regragui falló en su once. Primero dio entrada a un jugador que no estaba al cien por cien. Se trata de Mazraoui, que apenas se había recuperado de la lesión.
El jugador del Bayern hizo un buen papel defensivo. Sin embargo, este error dejó la selección marroquí coja. La banda izquierda estuvo bloqueada ofensivamente, salvo algunas arrancadas de Ezzalzouli, que no tenía ayuda ofensiva alguna de Mazraoui. Hubiera sido mejor contar con Atiat Allah en esta posición.
En ataque, el entrenador dio entrada a Amine Adli. El jugador del Bayer Leverkusen no estuvo fino. Incluso falló una ocasión clara en la primera mitad. La selección marroquí siempre paga caro fallos similares y así fue el caso.
Cambios
Hay que reconocer que Regragui no podía hacer más en los cambios, ya que ingresó toda su artillería en la segunda parte, sobre todo después del primer gol de Sudáfrica.
No obstante, no tenía que esperar hasta que marcase el rival para hacer espabilar su equipo. Si decidiste jugar con calma en la primera mitad, vale mejor agitar más el juego, adelantar líneas y atacar con fuerza antes de recibir el gol.
Mala suerte
La suerte jugó ayer en contra de Marruecos. Primero, podemos citar el penalti fallado y las ocasiones de la primera parte.
No obstante, la verdadera mala suerte que tuvieron los Leones del Atlas y Regragui en especial fue la baja de jugadores importantes.
Marruecos echaba de menos al triángulo que formaba Ziyech con Ounahi y Hakimi. Las combinaciones que hacían estos tres jugadores en la banda derecha desequilibraban cualquier defensa, tal como vimos en el Mundial de Qatar. La baja de Ziyech dejó huérfana esta banda.
Otra baja importante fue la de Boufal. El jugador de Al-Rayyan es desequilibrante, hábil y puede penetrar cualquier defensa gracias a sus regates. Ezzalzouli hizo un buen partido, pero la selección marroquí necesitaba la aportación de ambos jugadores, uno en la primera mitad y el otro en la segunda, sobre todo cuando las cosas se complicaron con el primer gol de Sudáfrica.
Echar la culpa a Regragui, pero no echarlo
Dadas estas circunstancias, se puede decir que Regragui tampoco tenía muchas alternativas. Sin embargo, los jugadores que tuvo en la convocatoria fueron elección suya, por lo cual podemos culparle también de sus elecciones iniciales. Además, como hemos dicho antes, pudo haber hecho mejor partido con el mismo once inicial.
Por otra parte, no hay que olvidar el gran papel que tuvo Regragui en formar este grupo y aprovechar al máximo de sus habilidades y talentos, como hizo en el Mundial de Qatar. Por esta razón, Regragui gana con excelencia una segunda oportunidad.