Rue20 Español/ Fez
Walid El Moumen
Después de la respuesta positiva de los países del Sahel a la cumbre de Marrakech, celebrada el 23 de diciembre, afín de fijar los preludios de un nuevo bloque económico que corresponde a la economía azul del reino, Mali, Níger y Burkina Faso decidieron, por fin, dar la espalda a la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), a través de un comunicado conjunto anunciado este domingo.
Los dirigentes de los tres Estados del Sahel declararon: «asumiendo todas sus responsabilidades frente a la historia y respondiendo a las expectativas, preocupaciones y aspiraciones de sus poblaciones, deciden con total soberanía la retirada inmediata de Burkina Faso, Malí y Níger de la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental”, subrayó el comunicado leído en los medios estatales de estos países.
Esta decisión que podría tener efectos considerables, viene después del encuentro del ministro de Asuntos Exteriores, Cooperación Africana y Marroquíes Residentes en el Extranjero, Nasser Bourita, con su homólogo mauritano, Mohamed Salem uld Marzoug, el pasado lunes en Rabat, con el fin de dialogar acerca de la inestabilidad política en los países del Sahel. Asimismo, promover la iniciativa lanzada por SM el Rey Mohammed VI el pasado noviembre para favorecer el acceso de los países del Sahel al Atlántico, teniendo en cuenta que Nuakchot es un actor clave para el desarrollo económico y social de estas naciones.
El comunicado describió la CEDEAO como un legado de potencias extranjeras que infringe sus principios fundacionales, convirtiéndose en una amenaza para sus Estados miembros y sus poblaciones. Según el dogma adoptado por los tres Estados, CEDEAO es una herramienta, mediante la cual la antigua potencia colonial, Francia, sigue explotando a los países miembros de ese bloque económico.
De conformidad con lo mencionado, Marruecos aspira a liderar África occidental, mediante la creación de un nuevo bloque económico junto con estos países, que acaban de romper sus vínculos con la CEDEAO.
En realidad, la alianza con Marruecos aportará varios beneficios a los países del Sahel, sobre todo cuando se trata de la lucha contra el terrorismo. Marruecos es un país de gran experiencia en el ámbito de seguridad, que podría contribuir a establecer la paz e infundir estabilidad en un Sahel lleno de movimientos yihadistas.
Es verdad que hay riesgos, sin embargo, siempre hay que tener en consideración las buenas relaciones del Reino con los países de la CEDEAO, especialmente Costa de Marfil y Senegal.
La indignidad de los Estados miembros de la CEDEAO ante esta decisión, no afectará los intereses del Reino; Es que Marruecos quiere ir más allá en la política de Cooperación Sur-Sur. La iniciativa real de convertir la fachada atlántica en un espacio de conectividad y competitividad quiere comprender otros países, entre otros, Mauritania y también los de la CEDEAO.
Marruecos tiene decidido que el proyecto del gasoducto Marruecos-Nigeria sea un éxito que enorgullece a todo el continente; por eso, no estará dispuesto a arruinar sus relaciones con los Estados miembros de este bloque.
Es de destacar que Marruecos había presentado una solicitud para unirse a la CEDEAO el 27 de febrero de 2017; sin embargo, la retiró en condiciones desconocidas, antes de emitir la decisión final en 2018.