Rue20 Español/ Rabat
La Delegación Interministerial para los Derechos Humanos (DIDH) expresó su «total rechazo» a las alegaciones contenidas en la sección dedicada a Marruecos del informe 2023 de Human Rights Watch (HRW), publicado el 11 de enero, reafirmando su disposición de interactuar de manera constructiva y positiva con las organizaciones no gubernamentales serias y profesionales.
Tras leer la sección dedicada a Marruecos en el informe de HRW, la DIDH deplora, en un comunicado, que «la organización persista en sus campañas hostiles contra nuestro país y en adoptar un enfoque de evaluación de la situación de los derechos humanos en Marruecos que transgrede deliberadamente las principales reglas y normas metodológicas reconocidas en el trabajo de las ONG, a saber, la imparcialidad, la objetividad y el profesionalismo».
Abundando en este punto, la delegación interministerial subraya que «debido a la incapacidad de esta organización para proyectar una imagen realista de los derechos humanos en Marruecos, su informe se limitó a reciclar alegaciones repetidas en informes anteriores sobre la base de relatos unilaterales y desfasados, formulados por partes hostiles o que instrumentalizan la cuestión de los derechos humanos con fines específicos». A título ilustrativo, el DIDH cita acontecimientos que se remontan a casi una década o más, y otros relativos a cuestiones ya tratadas en el marco del pleno respeto de la legalidad jurídica y de los derechos humanos, ignorando obstinadamente los principales datos fiables proporcionados por fuentes oficiales, incluidos los disponibles en las páginas electrónicas oficiales de los Mecanismos de Derechos Humanos de la ONU.
Además, «la organización reproduce algunos párrafos de sus informes anteriores, en relación con su parcialidad respecto a las alegaciones de una de las asociaciones que afirma que se está obstaculizando su trabajo, sin que la ONG aporte ningunos datos documentados susceptibles de corroborar estas alegaciones».
El informe, señala la DIDH, «pone de manifiesto la persistencia del enfoque selectivo adoptado por la organización, así como su imparcialidad al interesarse únicamente en determinados casos presentados ante los tribunales, ignorando otros».
La organización llega incluso a formular conclusiones generales sin aportar pruebas que las respalden, a falta de un análisis independiente y de la presentación de datos extraídos de una lectura razonada de las sentencias y decisiones judiciales, ignorando al mismo tiempo los datos disponibles elaborados por instituciones independientes habilitadas para seguir la evolución de los juicios relacionados.
«Algunas de las cuestiones que se vuelven a plantear en este informe habían sido abandonadas en los informes anteriores de la organización», resalta el comunicado, destacando que la revisión de estos casos revela las verdaderas intenciones de los autores del informe.
El informe también refleja la incapacidad de la organización para seguir el ritmo de los logros y la dinámica de los derechos humanos en Marruecos, al persistir en sus elecciones deliberadas de transmitir falsas alegaciones y hechos carentes de toda credibilidad, en un momento en que el Reino está abierto a todas las formas de observación internacional, en particular del sistema de derechos humanos de las Naciones Unidas, gracias a una interacción sostenida durante los dos últimos años y a una dinámica que ha demostrado claramente el carácter infundado de estas alegaciones, máxime cuando en estos acontecimientos internacionales se han abordado, entre otras, las cuestiones objeto de este informe y a las que la organización no ha prestado ninguna atención.
Otro hecho que revela la flagrante falta de profesionalidad: la organización ignoró los datos sustanciales proporcionados por el Consejo Nacional de Derechos Humanos sobre su papel en materia de protección de los derechos humanos, particularmente sus mecanismos nacionales cuyos informes periódicos dan testimonio de los colosales esfuerzos realizados por el Reino en el ámbito de la promoción de los derechos humanos, prosigue la misma fuente.
Según la DIDH, el informe carece de pruebas tangibles y suficientes para apoyar las alegaciones de supuestos excesos o violaciones, dado que esta organización adopta un enfoque de promoción de los discursos de partes conocidas por la instrumentalización de los derechos humanos con fines políticos, recurriendo a comentarios vagos que denotan una mala fe y una cierta hostilidad. A modo de ejemplo, la Delegación Interministerial cita alegaciones como: «encarcelamiento de individuos en supuesta venganza por sus críticas», «utilización de tácticas retorcidas con el objetivo de aplastar a la oposición y a los opositores», «clima represivo».
Se trata también de adoptar supuestas alegaciones como «la explotación a lo largo de los años de textos jurídicos para perseguir a individuos y encarcelarlos incluso en ausencia de pruebas».
