Rue20 Español/ Fez
Walid El Moumen
Marruecos está pasando por uno de sus periodos más críticos en materia del cambio climático y la prolongada sequía que sigue en su racha desde hace 6 años.
La tasa de las lluvias ha marcado una caída del 67 % de las lluvias y del 66 % de las entradas de agua a los embalses en los últimos tres meses, según informaciones concedidas por el ministro de Fomento y Agua, Nizar Baraka.
Estos datos llevaron el gobierno a tomar medidas preventivas manifestadas en una serie de restricciones con el fin de hacer frente a esa crisis que afecta las reservas de agua.
La sequía, que permanece por el sexto año en Marruecos, es una verdadera amenaza para la economía marroquí que cuenta de gran medida con el sector agrícola. ¡Marruecos está enfrentando de cara a cara al fantasma de la sed!
«La sequía está matando al agricultor marroquí, no hay agua ni para el riego ni para el ganado», afirmó Badaui, un agricultor marroquí, en declaraciones a Efe.
Desde el pueblo de Moul Blad (a unos 90 kilómetros al este de Rabat) Badaui reveló que «este año es el más seco», lo dijo mientras estaba lamentando que sus tierras ya no puedan servir para nada.
Badaui dijo que está ante un verdadero dilema. Su ganado no le queda mucho para agotar todas las reservas que tiene. “Reservas que no llegan a cubrir diez días”, subraya el agricultor.
Badaui teme que esta sequia le lleva a vender sus terrenos y ganado para que pueda sobrevivir.
Uno de sus compañeros lo hizo. «Uno de los mis corderos lo vendí con solo 200 dirhams (18 euros). ¿Qué voy a hacer? No me queda otra opción, si no los alimento se me van a morir. Prefiero venderlos», contó Hanati Boulhayen, otro ganadero de la zona, a Efe.
Además del sector agrícola, la sequía está afectando la sostenibilidad de los recursos de agua potable. La situación requiere según, Mohamed Benabbou, especialista en clima y desarrollo, «una solidaridad social y medidas restrictivas».
La falta de lluvias tendrá repercusiones en los precios de alimentos del ganado que se va a disparar, lo cual tendrá un impacto sobre todo el sector agrícola, aclaró el experto.
Por su parte el jefe de gobierno, Aziz Akhannouch, señaló que «el agua ya no se suministra para actividades agrícolas en algunas zonas».
Baraka también advirtió en una comparecencia en los últimos días ante la Cámara de Representantes, calificando de «muy difícil» la situación hídrica del país.
Los recursos acumulados en los diferentes embalses del país entre septiembre y diciembre no superan los 500 millones de metros cúbicos, frente a 1.500 millones de metros cúbicos registrados en el mismo período el año pasado, según datos ofrecidos por el propio Baraka.
Es de destacar que la tasa de llenado de las presas en Marruecos, se sitúa en un 23,4 % frente a un 31 % el año pasado. Un dato preocupante que requiere una gran movilización por parte del gobierno, así como del pueblo.
