Rue20 Español/Rabat
Zakariae Alem
La lengua árabe ha sido y seguirá siendo una herramienta muy eficaz para fomentar las relaciones culturales y de amistad entre el mundo árabe y los demás pueblos del planeta. El idioma árabe tiene muchos amigos y amantes en el mundo.
En el mismo contexto, la arabista española Carmen Ruiz Bravo destacó que la lengua árabe “ha sido la llave de otro mundo y otra cultura”.
“Buena falta hace que haya una buena relación amistosa con nuestros vecinos árabes”, dijo Ruiz Bravo en declaraciones al diario El Correo del Golfo.
“Entonces me sorprendió muchísimo que una literatura, un pensamiento, una estética y una sensibilidad como la de los árabes apenas la conociéramos en España. Y que una cultura tan relacionada con nuestra historia y nuestros vecinos geográficos estuviera casi como tapada”, señaló Ruiz Bravo que ganó recientemente el Premio Amistad por su prolífica dedicación al conocimiento de la lengua árabe en España, en el marco de una convocatoria patrocinada por Casa Árabe.
El galardón fue hecho público el lunes 18 de diciembre, Día Internacional de la Lengua Árabe.
El jurado, presidido por Irene Lozano, destacó su larga trayectoria académica dedicada al estudio, investigación y divulgación de la lengua árabe, en particular sus aportaciones a la metodología de la enseñanza.
Carmen Ruiz Bravo contactó con la lengua árabe en los cursos comunes de Filosofía y Letras de la Universidad de Madrid, donde se matriculó en 1964. El árabe era una asignatura optativa, impartida por Pedro Martínez Montávez, uno de los grandes referentes del arabismo español recientemente fallecido.
“El profesor Montávez ha sido el maestro con el que yo aprendí lengua y cultura árabe”, recordó la arabista española.
“A mí me ha atraído lo árabe pero siempre he buscado reflexionar, conocerlo y meditar sobre su significado”, añadió.
Cabe recordar que durante el verano del 65, Carmen Ruiz Bravo viajó a Granada con un profesor de arte. “Pasamos por Andalucía y conocimos todo aquel patrimonio andalusí”, dijo. Después viajó por primera vez a Marruecos, donde fue recibida de manera “muy amistosa y cordial”.
