Rue20 Español/ Marrakech
La iniciativa Real para el Espacio Atlántico anunciada en el discurso de Su Majestad el Rey Mohammed VI con motivo del 48º aniversario de la Marcha Verde expresa una visión «ambiciosa» para todo el continente africano, afirmó, hoy sábado en Marrakech, el embajador representante permanente de Marruecos ante las Naciones Unidas, Omar Hilale.
«El discurso de SM el Rey Mohammed VI ofrece una visión ambiciosa para el conjunto de África y no solo su fachada Oeste Atlántico, y constituye un acto de solidaridad con los países sin litoral del Sahel y de África Central», destacó Hilale en una declaración a la prensa al margen de su participación en un panel de alto nivel sobre el tema «Las turbulencias mundiales: respuesta a las crisis, cooperación y fortalecimiento de la resiliencia», con motivo de la 12ª edición de la conferencia internacional «The Atlantic Dialogues».
A este respecto, el diplomático afirmó que la libertad de circulación de personas y mercancías permitirá y contribuirá a la prosperidad y al desarrollo de los países del Sahel y de la fachada atlántica del continente.
Hilale señaló además que el Reino, como miembro de la Unión Africana, puede aspirar a uno de los dos puestos permanentes que se concederán al continente en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, habida cuenta de su credibilidad, su estabilidad política, su legitimidad, su historia y su civilización milenarias, su poder económico, sus capacidades militares y su estrategia de cooperación y solidaridad con los países del Sur, especialmente con el continente africano.
El Reino también ha desempeñado un papel importante en la promoción de la paz y la seguridad en el mundo mediante su participación en las operaciones de mantenimiento de la paz durante los últimos setenta años, recordó, indicando que más de 100.000 soldados marroquíes han hecho su rotación en las misiones de mantenimiento de la paz de la ONU en todo el mundo.
«Con todas sus ventajas, Marruecos puede aspirar legítimamente a convertirse en miembro permanente del Consejo de Seguridad porque tiene esa ventaja de constancia y moderación de su diplomacia. Tiene sobre todo la suerte de tener un Soberano visionario con cinco siglos de monarquía alauí y diez siglos de Estado marroquí nacional», argumentó Hilale.
También resaltó que la diplomacia marroquí siempre ha sido una diplomacia de construcción de puentes, de compromiso por la paz y solidaridad. «Allí donde los países necesitan a Marruecos, Marruecos está siempre presente con su asistencia humanitaria, su apoyo institucional, sus cientos de acuerdos que ha firmado con los países africanos gracias a las decenas de viajes que Su Majestad el Rey ha realizado a África», recordó el diplomático.
«Es un modelo de cooperación y solidaridad que nos da la legitimidad de alimentar esta ambición, no solo para nosotros, sino para toda África, el mundo y la paz», señaló, añadiendo que Marruecos siempre ha sido un agente de paz que ha desempeñado y seguirá desempeñando un papel de construcción, de acercamiento y de moderación entre los pueblos y las naciones.
Así, Marruecos, subrayó, puede desempeñar su papel en el fortalecimiento del Consejo de Seguridad para que pueda asumir su papel de guardián de la paz y la seguridad en «un mundo enfermo por su multipolaridad».
«Cuando había dos polos, había un equilibrio y las dos grandes potencias se llevaban bien. Ahora, asistimos a una multipolaridad de varios centros de influencia, de poder, y no llegan a ponerse de acuerdo sobre las soluciones que deben aportarse para solucionar los problemas del mundo», explicó.
Hilale también indicó que el mundo sufre de un abandono democrático en el norte, presa del populismo y de una escalada anti-migratoria, y de una proliferación del extremismo violento en el Sur global, con la aparición cada vez más de grupos separatistas.
«En África hay actualmente más de 15 grupos separatistas que tienen vínculos con el extremismo violento, las nebulosas terroristas, la delincuencia transfronteriza, el tráfico de seres humanos y las drogas», señaló.
En este mundo fragmentado, las Naciones Unidas están ahora paralizadas y las instituciones internacionales están marginadas en cierto modo en la búsqueda de soluciones para la paz y la seguridad en el mundo, concluyó.