Rue20 Español/ Rabat
Su Majestad el Rey Mohammed VI llamó, con motivo del Día Internacional de Solidaridad con el Pueblo Palestino, a la Comunidad Internacional a adoptar una resolución decisiva y vinculante que imponga un alto el fuego inmediato y permanente en Gaza.
La agravación de la catástrofe humanitaria en Gaza y la persistencia de los ataques sobre los civiles interpelan a la Comunidad Internacional, especialmente de las potencias influyentes, y al Consejo de Seguridad, en tanto que herramienta internacional responsable para el mantenimiento de la seguridad, la estabilidad y la paz en el mundo, afirmó el Soberano en un mensaje dirigido al Presidente del Comité de las Naciones Unidas para el ejercicio de los derechos inalienables del pueblo palestino, Cheikh Niang.
Su Majestad el Rey llamó, a este respecto, a las potencias activas y al Consejo de Seguridad a “salir del estado de división y hablar con una sola voz para tomar una resolución decisiva y vinculante que imponga un alto el fuego inmediato y permanente, así como el respeto del derecho internacional y del derecho internacional humanitario”.
En este contexto, el Soberano recordó las cuatro prioridades urgentes definidas por Su Majestad para detener la matanza de vidas humanas. Se trata de reducir de modo urgente y tangible la escalada y cesar las agresiones militares para conseguir un alto el fuego permanente y controlable, garantizar la protección de los civiles, permitir la llegada de ayuda humanitaria de manera fluida y en cantidades suficientes a los habitantes de Gaza, y establecer un horizonte político capaz de revivir la solución de los dos Estados.
La reciente escalada, subrayó Su Majestad el Rey, es un resultado inexorable del bloqueo del horizonte político de la cuestión palestina, que seguirá siendo la clave para la paz, la estabilidad y la prosperidad en la región.
“También es el resultado del aumento de las prácticas israelíes, extremistas y sistemáticas, así como de las medidas unilaterales y de las repetidas provocaciones en Al Qods, que socavan cualquier esfuerzo por calmar la situación y frustran las iniciativas internacionales destinadas a poner fin a las distintas tensiones y a la espiral de violencia letal”, añadió Su Majestad el Rey.
El Soberano afirmó que los actos militares israelíes de represalia en la Franja de Gaza, han puesto de manifiesto graves violaciones que contravienen las disposiciones del derecho internacional y del derecho internacional humanitario, reafirmando su rechazo de todas las violaciones, condenando “la política de castigo colectivo, los desplazamientos forzados y el intento de imponer una nueva realidad”.
“(…) la Franja de Gaza forma parte indivisible de los territorios palestinos y del Estado palestino unificado”, reiteró Su Majestad el Rey, insistiendo en “la necesidad de hacer llegar a los hermanos palestinos en la Franja de Gaza la ayuda humanitaria que deben recibir de forma segura, suficiente, sostenible y sin obstáculos”.
Su Majestad el Rey recordó, en este contexto, el envío de ayuda humanitaria urgente a los habitantes de la Franja, como contribución del Reino de Marruecos a los esfuerzos de socorro y ayuda emprendidos por la Comunidad Internacional.
A pesar de la sombría situación y de la ausencia de horizontes para un arreglo en Oriente Medio, Su Majestad el Rey afirma seguir “guardando la esperanza de asistir a una conjugación de los esfuerzos de la comunidad internacional para reavivar el proceso de paz”, precisando que la paz, una opción estratégica para los pueblos de la región, es la única vía susceptible de garantizar la seguridad y la estabilidad a todos sus pueblos, resguardándolos de las espirales de la violencia y de las guerras.
El Soberano aseguró que la clave para alcanzar la paz “no es otra sino la solución de los dos Estados, en tanto que solución realista consensuada por la comunidad internacional y cuya realización pasa por un proceso negociador”.
A este respecto, Su Majestad el Rey reiteró la inamovible posición de Marruecos respecto a la justicia de la cuestión palestina y reafirmó su apoyo a los legítimos derechos del pueblo palestino hermano de establecer su Estado independiente, con su capital en Al Qods oriental.
El Soberano, Presidente del Comité Al-Qods, insistió nuevamente en la necesidad de preservar el carácter singular de la ciudad de Al Qods, “en tanto que centro espiritual para la convivencia y el entendimiento entre los adeptos de las tres religiones celestiales, rechazando cualquier violación de su estatuto legal, cultural, histórico y demográfico”.