Rue20 Español/ Rabat
Marruecos hizo un llamamiento, en Nueva York, al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para que adopte sanciones contra los responsables de los desvíos de las ayudas humanitarias.
Este llamamiento fue hecho por el representante permanente adjunto de Marruecos ante la ONU, Omar Kadiri, durante un debate público sobre el hambre y la inseguridad alimentaria mundial causada por los conflictos, presidido por el secretario de Estado estadounidense Antony Blinken, cuyo país asume la presidencia de turno del Consejo de Seguridad durante el mes de agosto.
En este marco, el diplomático recordó que hace 5 años, el Consejo de Seguridad había adoptado por unanimidad la Resolución 2417, que ponía de relieve el vínculo existente entre los conflictos armados y la violencia, por una parte, y la inseguridad alimentaria provocada por los conflictos y la amenaza de hambre, por otra.
Esta resolución condena enérgicamente, entre otras cosas, las violaciones del derecho internacional humanitario, como la obstrucción intencionada de la entrega de las ayudas humanitarias», señaló Kadiri, precisando que, como estipula el párrafo operativo 9 de esta resolución, el Consejo de Seguridad debe adoptar sanciones contra las personas o entidades responsables del desvío de ayuda humanitaria y que obstruyan la entrega, distribución o el acceso a esta ayuda.
Por otra parte, el diplomático consideró oportuno reforzar el papel de la Comisión de Consolidación de la Paz (PBC) para hacer de la seguridad alimentaria un elemento central de la consolidación y la sostenibilidad de la paz, teniendo en cuenta las especificidades de los países concernidos y movilizando los esfuerzos necesarios a tal fin.
Kadiri subrayó, asimismo, que la seguridad alimentaria y la sostenibilidad de los sistemas alimentarios son prioridades estratégicas para Marruecos a nivel nacional, regional e internacional, señalando que estas prioridades centran la cooperación Sur-Sur de Marruecos con los países hermanos, en particular africanos, de acuerdo con las altas orientaciones del Rey Mohammed VI.
Recordó que, por iniciativa del Rey, Marruecos lanzó, con motivo de la COP22 de Marrakech, la «Iniciativa Triple A» para la adaptación de la agricultura africana al cambio climático, añadiendo que la Iniciativa Triple S tiene como objetivo, por su parte, apoyar la sostenibilidad, la estabilidad y la seguridad en África a través de la agricultura.
Del mismo modo, en la Cumbre Africana para la Acción, organizada al margen de la COP22, se crearon tres Comisiones Climáticas en África para luchar contra el cambio climático -el principal contribuyente a la inseguridad alimentaria-, dijo, añadiendo que Marruecos acompaña política, financiera y técnicamente la aplicación efectiva de sus importantes mandatos.
El representante permanente adjunto de Marruecos en la ONU señaló, además, que, como parte del refuerzo de la seguridad alimentaria en África, el Reino asigna millones de toneladas de fertilizantes, adoptados a los suelos y los cultivos africanos, al continente desde varias décadas. Señaló que en 2023, Marruecos asigna más de 4 millones de toneladas de fertilizantes a los agricultores africanos, o sea más del doble que en 2021, proporcionando apoyo a más de 44 millones de agricultores africanos. «Marruecos también está asignando millones de toneladas de fertilizantes a los países en desarrollo de otras regiones», afirmó.
Igualmente, el Reino sigue implementando su programa a gran escala para abordar la seguridad alimentaria en África a través de un enfoque científico y holístico, añadió, precisando que la acción del Reino tiene como objetivo movilizar y alinear los recursos del Gobierno, los socios de desarrollo y la financiación del sector privado para liberar el potencial de producción de alimentos de África a través de la cooperación Sur-Sur y triangular, con el fin de poner fin a la inseguridad alimentaria, y así prevenir posibles conflictos.
Subrayó que Marruecos reitera su pleno apoyo al secretario general para la puesta en marcha del Grupo de Respuesta a la Crisis Mundial en los ámbitos de la alimentación, la energía y las finanzas, al tiempo que hace un llamamiento a una solidaridad internacional activa para poner fin a las graves amenazas que plantea el hambre y la seguridad alimentaria en varias regiones del mundo, especialmente en África.
Por otra parte, el diplomático señaló que el mundo está experimentando actualmente una multitud de tensiones que han exacerbado una crisis multidimensional -alimentaria, energética, climática y financiera- que tiene un impacto particular en los países y las economías más vulnerables, especialmente en África.
Estimó que en un semejante contexto frágil y marcado por crisis interconectadas, «que corroe nuestra capacidad de respuesta colectiva, la puesta en marcha del ODM 2 sobre la eliminación del hambre, la garantía de la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición corre un gran peligro».
Para Kadiri, esta situación exige una respuesta colectiva humanitaria, favorable al desarrollo y orientada hacia la paz, así como un refuerzo del nexo entre paz y seguridad alimentaria, con especial énfasis en la prevención.
