Rue20 Español/ Rabat
La comunidad judía marroquí de la región Marrakech-Safi organizó, anoche, una grandiosa ceremonia en el Museo Mohammed VI para la Civilización del Agua en Marrakech, con motivo del 24º aniversario de la entronización de Su Majestad el Rey Mohammed VI.
Esta ceremonia, que se celebró en un ambiente de alegría, convivencia y júbilo, contó con la presencia del wali de la región Marrakech- Safi, gobernador de la prefectura de Marrakech, Karim Kassi- Lahlou, jefes de servicios exteriores, autoridades locales, cargos electos, personalidades civiles y militares, así como miembros de la comunidad judía marroquí de la región Marrakech- Safi.
Con este motivo, Jacky Kadoch, presidente de la comunidad judía marroquí de la región Marrakech- Safi, expresó en nombre de dicha comunidad sus más calurosas felicitaciones y deseos de felicidad, excelente salud y éxito a Su Majestad el Rey Mohammed VI en sus nobles empresas por el bien del pueblo marroquí.
La celebración de la Fiesta del Trono refleja el apego indefectible de todos los componentes de la nación al Trono alauí, y pretende ser una ocasión para poner de relieve la expresión suprema de esta comunión que nunca ha sido negada entre el Glorioso Trono alauí y el pueblo marroquí, añadió Kadoch, señalando que esta Fiesta «llega este año en un momento de maduración del virtuoso proceso de desarrollo político y económico, querido y concebido por Su Majestad el Rey Mohammed VI».
«Tenemos que reconocer que la Marcha del Trono y del pueblo es una marcha histórica y una revolución inmutable, que ha mantenido su vigencia desde el inicio de la lucha por la independencia, y que sigue impulsando esta determinación de luchar por la libertad y el progreso, bajo la sabia dirección del Soberano», añadió.
A lo largo de estos 24 años, Su Majestad el Rey Mohammed VI no ha cesado de impulsar y promover, de manera firme y decidida, a fin de hacer frente a este gran desafío, mediante acciones locales, visitas sobre el terreno e iniciativas destinadas a garantizar a todos los ciudadanos una vida digna, recordó.
Por otra parte, afirmó que «en Marruecos, más que en ningún otro lugar, se está jugando algo esencial para el diálogo en Oriente Próximo, demostrando que es posible ser un país árabe comprometido con Palestina y con una solución justa de dos Estados, asumiendo al mismo tiempo una relación con Israel».
En el plano religioso, Marruecos ha brillado por el discurso de la moderación, del que se ha convertido en emblema tanto en Europa como en África, explicó, señalando que el Reino, apoyado por Imarat Al Muminin, que encarna en el ADN de su sistema político el Islam de la moderación y el justo medio, se ha convertido en un importante fabricante de estrategias de lucha contra los discursos radicales, con un saber hacer y una pericia reconocidos internacionalmente, respaldados por la indiscutible legitimidad religiosa que encarna Amir Al Muminin (Comendador de los Creyentes), Su Majestad el Rey Mohammed VI», prosiguió Kadoch.
Al tiempo que se congratuló de la decisión del Estado de Israel de reconocer la soberanía de Marruecos sobre su Sáhara, recordó, como conclusión, que para los judíos marroquíes que viven en el Reino o en el resto del mundo, la marroquinidad del Sáhara siempre ha sido y sigue siendo «un hecho indiscutible».
