Rue20 Español/ Alhucemas
Fikri SOUSSAN*
La obsesión paranoica de Vox con Marruecos parece no tener límites, y está dispuesta a aprovechar cualquier oportunidad para sacar réditos electorales. Sus acusaciones infundadas y difamatorias contra Marruecos y los eurodiputados aprobadores de la ley verde de la UE no solo carecen de fundamentos, sino que también demuestran una falta de comprensión y respeto hacia las relaciones entre países vecinos.
En respuesta a las recientes declaraciones del partido de ultraderecha español Vox, que el diario digital español Vozpópuli reprodujo, es necesario desacreditar y refutar sus acusaciones infundadas dirigidas a Marruecos y los eurodiputados que respaldaron la ley verde de la UE. Estas acusaciones son un claro intento de fomentar la discordia y sacar réditos electorales, en lugar de promover un diálogo constructivo y la cooperación entre países vecinos.
Vox ha insinuado alevosamente que los eurodiputados que apoyaron la ley verde recibieron pagos de Marruecos con el objetivo de dañar el sector primario europeo y, transitivamente, el español. Sin embargo, estas afirmaciones carecen de evidencia concreta y son meras insinuaciones capciosas destinadas a socavar la buena relación existente entre España y Marruecos y desviar la atención de los verdaderos asuntos en juego.
Es importante recordar que Marruecos ha sido un socio lealmente comprometido en la cooperación con la Unión Europea en diversos ámbitos, incluyendo el medio ambiente. Ambas partes han trabajado, y lo siguen haciendo, juntas para abordar inteligentemente los desafíos ambientales y promover la sostenibilidad en la región.
Estas acusaciones de Vox no solo carecen de fundamento y credibilidad, sino que también socavan los esfuerzos conjuntos para alcanzar un futuro más sostenible.
La nueva ley verde de la UE tiene como objetivo proteger y restaurar los ecosistemas degradados, y es un paso positivo hacia un futuro más sostenible. Sin embargo, Vox parece estar, sumido en su bisoñez política, más interesado en utilizar estas acusaciones como una herramienta para obtener réditos electorales, en lugar de promover el diálogo y la cooperación entre países vecinos y con muchos intereses estratégicos en común.
En lugar de caer en las trampas de la retórica paranoica y la politización infundada, es crucial que la sociedad, en este caso española y marroquí, se enfoque en los verdaderos desafíos que enfrentamos, a saber, a la sazón, la crisis climática, la pérdida de biodiversidad y la promoción de un desarrollo sostenible. Solo a través de la colaboración y la cooperación entre países vecinos podremos abordar estos desafíos de manera efectiva y construir un futuro mejor para todos.
En el contexto del próximo proceso electoral en España, previsto dentro de pocos días, es responsabilidad de los ciudadanos españoles evaluar cuidadosamente las propuestas políticas y discernir entre los discursos populistas y las soluciones reales.
La política basada en la obsesión paranoica y las acusaciones sin fundamento no construye un futuro prometedor, sino que solo perpetúa divisiones y socava la cooperación mutua.
Es importante que Vox reconozca de una vez por todas que Marruecos posee una posición geopolítica sólida e importante en su entorno regional. Y que Marruecos tiene una gran influencia en los asuntos políticos, económicos y de seguridad de la región debido a su posición estratégica en el norte de África, que sirve como puente entre Europa y África.
En vez de mantener una obsesión constante y obsesiva hacia Marruecos, Vox debería enfocarse en temas importantes para su propio país y promover la creación de relaciones basadas en la colaboración y el respeto mutuo.
Reconocer el papel de Marruecos en la región es un primer paso que ayudará a comprender mejor la realidad geopolítica y a fomentar una agenda política más constructiva y beneficiosa para ambas naciones.
En estos tiempos recios, complejos y cambiantes que nos ha tocado vivir, nos urge apelar a estas sabias palabras de Juan Goytisolo: «la experiencia histórica nos enseña que debemos siempre sumar y no restar».
Aprendamos de esta lección y trabajemos juntos para construir un futuro mejor para todos. Solo a través de la suma de nuestras fortalezas y de la búsqueda de soluciones comunes, podremos alcanzar un mundo más vivible.
(*) Hispanista marroquí.