Rue20 Español/ Rabat
El arzobispo italiano y ex nuncio apostólico en Marruecos, Mons Vito Rallo, ha saludado el modelo interreligioso del Reino, donde musulmanes, judíos y cristianos coexisten armoniosamente, gracias a la visión iluminada del Rey Mohammed VI, Comendador de los Creyentes, «que preconiza el respeto mutuo y el amor fraternal entre las diferentes religiones».
«Gracias a la institución de la Comandancia de los Creyentes, el Islam practicado en Marruecos permite a musulmanes, judíos y cristianos vivir juntos en el respeto mutuo, la cooperación en la vida cotidiana y la estima», afirmó el arzobispo a la agencia católica italiana ACI Stampa.
Tras haber trabajado en Marruecos durante más de siete años, el nuncio apostólico, recientemente jubilado, destacó el clima de tolerancia y convivencia que reina en el país, subrayando el papel crucial del Rey como garante de la libertad de culto en el Reino y proveedor de amor fraternal y paz entre las tres religiones.
«Mi misión en el Reino me permitió darme cuenta de que es posible vivir, trabajar y ser respetado por una comunidad musulmana numerosa y orgullosa que practica el Islam de la vía media y de la justicia», señaló el ex embajador de la Santa Sede en Marruecos, precisando que «pudo comprobar personalmente, incluso fuera de los caminos trillados, cómo los marroquíes viven estos principios y optan por la fraternidad, a pesar de sus diferencias».
Rallo también se felicitó por los diversos avances realizados en Marruecos en favor del diálogo interreligioso bajo el liderazgo del Rey, citando en particular el nombramiento de los dos arzobispos de Rabat y Tánger y la histórica visita del Papa Francisco al Reino.
Citó el discurso del Rey en esta ocasión, considerado por los expertos como un pivote fundamental para el diálogo interreligioso.
La visita del Papa Francisco al Reino, encrucijada de civilizaciones, fue considerada por numerosas personalidades internacionales como un reconocimiento del modelo marroquí de Islam moderado, que preconiza la coexistencia, en el pleno respeto de los valores humanos universales.
