Rue20 Español/ Rabat
Ismail El Khouaja
Marruecos ha hecho del fútbol una estrategia nacional y un soft power, bajo la ilustre visión del Rey Mohamed VI, para dar una buena proyección de la dinámica que vive el Reino en todos los niveles.
El fútbol siempre ha marcado un punto de inflexión en el desarrollo de los países, tal como ocurrió con la vecina España tras celebrar el mundial de 1982.
Marruecos aspira a tal sueño y desafío. Sin duda, la candidatura Portugal-España-Marruecos, anunciada por el Rey Mohamed VI, marcará un antes y después en la historia del Reino. De momento, es la candidatura que gana más enteros y cuenta con el apoyo de las principales federaciones internacionales.
La Federación Marroquí de Fútbol, desde la toma de poder del actual presidente Fouzi Lekjaa, ha hecho grandes avances a nivel de infraestructuras futbolísticas, algo que ha hecho de Marruecos un país anfitrión de varios e importantes eventos mundiales y continentales. También en cuanto a pescar las joyas marroquíes que disputan en ligas europeas, así como formar talentos desde bien niños en la Academia Mohamed VI de fútbol.
Punto de inflexión
No es ningún secreto que el mundial de Qatar 2022 ha tenido un efecto demoledor en todas las categorías de la selección nacional, tanto masculinas como femeninas. Un punto de inflexión en la historia futbolística marroquí.
A la selección nacional siempre le faltaba una pieza para hacerse con copas. Llegar hasta el manantial sin coger agua, como dice el refrán marroquí, ha caracterizado el fútbol marroquí en muchos eventos continentales e internacionales.
Sin embargo, el cambio ha venido de la mano de la selección Absoluta bajo el mando del seleccionador nacional Walid Regragui. Llegar a ser cuartos en el mundial de Qatar tras imponerse a Bélgica, Portugal y España -partidos que han tenido carácter de epopeya por historia-, ha cambiado la mentalidad de los jugadores e incluso la de los aficionados que acabaron lamentándose por no haber ‘comido’ a Francia en Semis y citarse con la Argentina de Messi.
Este cambio de mentalidad se ha extendido a las categorías sub. La selección nacional Sub-17, bajo las órdenes del seleccionador nacional Said Chiba, ha jugado el pasado mes de mayo la final de la Copa Africana en Argelia, tras una brillante exhibición en todo el torneo pese a los líos de nunca acabar de las autoridades argelinas en vísperas del arranque de la copa.
La selección nacional Sub-20, al mando del técnico nacional Mohamed Ouahbi, dejó el pasado mes de junio buenas sensaciones en el Torneo Touloun celebrado en Francia pese a su derrota en penales en la fase de grupos ante Japón.
La selección nacional Sub-23 ha sido la que ha hecho historia. Ayer se hizo con la Copa Africana, la primera que gana Marruecos en esta categoría. Además, de lograr su billete a los Juegos Olímpicos de París 2024 tras pasar a la final de la Copa Africana Sub-23.
En cuanto al fútbol femenino, las Leones del Atlas, bajo el mando del entrenador Reynald Pedros, ha mostrado carácter y ahora busca comer en la mesa de los grandes en el mundial femenino de Australia y Nueva Zelanda 2023, tras llegar a la final de Copa Africana 2022 celebrada en Marruecos.
Por su parte, la selección femenina sub-17 se clasificó, por primera vez en la historia del fútbol nacional, a la Copa del Mundo que se disputó en La India tras ganar a Ghana, el pasado junio de 2022 en la vuelta de las Eliminatorias finales Africanas para la Copa Mundial Femenina Sub-17 de la FIFA India 2022.
Toda esta lista de logros -en nada menos de dos años- invita al optimismo y marca un nuevo levantamiento del fútbol marroquí que aspira a más copas.
