Rue20 Español/ Rabat
La religión es fuente de quietud y sosiego para el alma, dijo, el miércoles en Rabat, Ahmed Abbadi, secretario general de la Rabita Mohammadia de los Ulemas.
«La religión, que pretende reconectar internamente al ser humano consigo mismo y con sus semejantes, es en sí misma una misericordia que nos permite amarnos y cuidarnos los unos a los otros», estimó en su intervención en la segunda sesión de una jornada de estudio sobre la evolución del discurso entre las religiones y su renovación para una mejor comprensión mutua, la toma de conciencia de las diferencias entre ellas y la unión en torno a la palabra «juntos», que es un mensaje dirigido a toda la humanidad.
También señaló que la humanidad se enfrenta actualmente a una serie de desafíos, como la guerra, los problemas medioambientales, el consumo excesivo y el despilfarro de agua, así como la influencia de la inteligencia artificial y las redes sociales, que están creando «una indigestión de conocimientos y una pérdida de confianza en uno mismo».
Por otra parte, la secretaria general de la Rabita Mohammadia de los Ulemas destacó el papel central que desempeñan la familia y la escuela para preservar al individuo y protegerlo frente a las derivas y las crisis actuales.
Abordando la cuestión de la renovación del discurso entre las religiones, el profesor emérito de derecho canónico de la Pontificia Universidad Lateranense de Roma, el monseñor Patrick Valdrini, subrayó la necesidad de esforzarse por comprender a los demás y proteger y promover la justicia social, los valores morales, la paz y la libertad.
Tras destacar la importancia de conocer a los demás, el monseñor Valdrini destacó que las diferencias y la ignorancia se han convertido en verdaderos motivos de rivalidad entre los individuos.
Organizada en colaboración con el Dicasterio para el Diálogo Interreligioso del Vaticano y la Rabita Mohammadia de los Ulemas, la jornada de estudio sobre la evolución del discurso entre las religiones y su renovación para una mejor comprensión mutua se celebró en la sede de la Academia del Reino de Marruecos, en presencia de numerosos expertos religiosos nacionales e internacionales.
Este encuentro se inscribe en la línea de las Altas Orientaciones Reales que llaman a promover la cultura de la coexistencia y de la paz y a reforzar el diálogo entre las civilizaciones, culturas y religiones, con el fin de luchar contra el extremismo y la violencia.
