Rue20 Español/ Rabat
Las autoridades españolas, en una operación conjunta que ha contado con la colaboración de EUROPOL y de la Consejería de Interior en Alemania, han desarticulado una organización criminal transnacional dedicada a la trata de mujeres.
El entramado, asentado en las provincias de Madrid y Barcelona principalmente, captaba mujeres muy jóvenes de origen bosnio y croata para forzarlas a prostituirse y cometer hurtos, según el ministerio de Interior español.
Hay cuatro mujeres liberadas y se ha arrestado a cuatro personas en Sabadell y dos en Alcorcón (Madrid), decretándose prisión provisional para estas dos últimas. Se han llevado a cabo tres registros domiciliarios en los que se han intervenido, entre otros objetos, cuatro diamantes y siete relojes de lujo valorados en 655.000 euros. La operación policial liderada por Agentes la Policía española y los Mossos d´Esquadracontinúa abierta y no se descartan más detenciones.
Después una ardua investigación, muy compleja debido a la peligrosidad y a las medidas de seguridad adoptadas por los investigados, así como la utilización de documentos de identidad falsos, los agentes han logrado desarticular éste entramado criminal que actuaba en España y que formaba parte de un grupo más amplio de organizaciones compuestas por clanes de origen bosnio repartidas por toda Europa dedicadas a la comisión de diversos delitos. Gracias a la cooperación internacional se han podido establecer los nexos de sus actividades y se ha conseguido localizar y liberar a varias víctimas que querían huir del dominio de sus cabecillas.
Subyugadas y sin voluntad
La organización desmantelada captaba a las mujeres en sus lugares de origen y a una edad muy temprana. Aprovechando su bajo nivel sociocultural y económico, eran engañadas con falsas promesas de una vida mejor fuera de su país y con la obtención de unos ingresos con los que ayudar a sus familias. Sin embargo, la realidad era otra, y una vez dentro de la organización, en un ambiente de extrema violencia sobre ellas que en ocasiones se traducía en agresiones sexuales, las mujeres eran desposeídas de su voluntad y subyugadas por unos explotadores que las exigían semanalmente una elevada cantidad de dinero, en algunos casos hasta 5000 euros, que debían obtener ejerciendo la prostitución y cometiendo hurtos.
Menores de edad vendidas
El entramado estaba liderado por los hombres del clan, aunque las mujeres desempeñaban un papel relevante en el control y supervisión de las actividades de las víctimas. Para establecer relaciones con otras organizaciones criminales los cabecillas llegaban a ceder a algunas de las mujeres que tenían bajo su control e incluso, para afianzar más esas conexiones, no dudaban en vender a sus propias hijas menores de edad, contrayendo matrimonio con varones de otros clanes.
Se han realizado tres registros domiciliarios, uno en la localidad madrileña de Alcorcón y dos en la barcelonesa de Sabadell, en los que se han intervenido siete relojes valorados en 495.000 euros, cuatro diamantes valorados en 160.000 euros, un vehículo, 6.015 euros y 771 dólares en efectivo, diversas joyas de oro, numerosos dispositivos electrónicos e informáticos y abundante documentación relevante para la investigación.