Rue20 Español/ Casablanca
Tras la apertura del encuentro empresarial hispano-marroquí, el pasado martes, se celebraron dos paneles: el primer sobre el tema de «España-Marruecos: hacia un partenariado económico consolidado» y el segundo sobre «Financiación de la inversión en Marruecos».
La presidenta de CEOE Internacional, Marta Blanco, resaltó la importancia de estos encuentros, que ayudan a ir perfilando mejor una agenda común. Como parte de esta agenda común, mencionó la necesidad de aumentar el conocimiento mutuo, para generar confianza. En este sentido, avanzó que CEOE va a recuperar el programa sobre Marruecos para PYMES, interrumpido como consecuencia de la pandemia.
También se refirió a la importancia de los estándares para los flujos de comercio e inversión, los marcos regulatorios para la inversión y la triangulación de España como puerta de entrada hacia la UE y hacia América Latina y de Marruecos hacia el resto de África. Animó a construir sobre la base del ya largo recorrido que tienen las relaciones económicas bilaterales y a enmarcar la relación de ambos países como un activo en un contexto internacional con tantas incertidumbres para la actividad de las empresas.
Por último, hizo énfasis en la buena relación y el trabajo conjunto entre las organizaciones empresariales de ambos países (CEOE y CGEM), impulsoras del Consejo Económico Marruecos-España (CEMAES).
El Encuentro también acogió una serie de mesas redondas sectoriales sobre los sectores de energías renovables y medio ambiente, infraestructuras y el sector industrial y el de educación en Marruecos, con participación de empresas públicas marroquíes.
Cabe recordar que el encuentro fue inaugurado por Ryad Mezzour, ministro de Industria y Comercio, el Embajador de España en Marruecos, Ricardo Díez-Hochleitner, y el presidente de la Confederación General de Empresas de Marruecos (CGEM), Chakib Alj, que coincidieron en destacar el impulso en las relaciones bilaterales, como demuestran los tres Encuentros Empresariales celebrados ya en lo que va de año, así como el aumento de la presencia empresarial española en Marruecos y la de empresas marroquíes en España. Asimismo, pusieron de relieve la complementariedad de ambas economías y su capacidad de integración, a través de las cadenas de suministro.