Rue20 Español/ Tánger
El sector automovilístico en el Reino de Marruecos está creciendo a pasos agigantados gracias a una serie de medidas y estrategias que están surtiendo efecto a corto y largo plazo.
«Marruecos quiere sentarse en la mesa de los mayores del sector del automóvil… Marruecos está atrayendo inversiones de grandes grupos automovilísticos y fabricantes de componentes», escribe el diario Cinco Días.
«Uno de ellos, Stellantis, el mayor productor de coches de España con tres fábricas nacionales, anunció en noviembre que duplicará su producción en Marruecos con una inversión de 300 millones de euros en la planta de Kenitra (inaugurada en 2019), en el norte de Marruecos», añade.
Con esta inversión, Stellantis planea hacer 400.000 coches anuales y 50.000 unidades de lo que el grupo denomina “objetos de movilidad” eléctricos, que son el Citroën Ami y Opel Rocks-e, dos vehículos pequeños con espacio para dos ocupantes.
La otra gran automovilística presente en Marruecos es Renault, la cual ensambla en Marruecos los Dacia Sandero, Sandero Stepway y Logan en las fábricas de Casablanca y Tánger (abierta en 2012).
El mismo diario recuerda que «el gobierno marroquí se ha puesto como objetivo ensamblar dos millones de coches anuales en 2030, según dijo el ministro de Industria de ese país, Ryad Mezzour, en diciembre. Es una marca ambiciosa si se tiene en cuenta que el país produjo en 2022 unos 464.864 coches, lo que supone un crecimiento del 17,8% respecto a la prepandemia, según datos de OICA, la Organización Internacional de Constructores de Automóviles».
Según datos del ministerio de Industria, Comercio y Turismo, los intercambios comerciales con Marruecos en el ámbito del automóvil se han disparado en la última década. Desde 2012, las ventas a Marruecos de coches y componentes se incrementaron un 292%, hasta los 1.743,7 millones de euros en 2022. Por su parte, las compras de componentes y vehículos a Marruecos se multiplicaron un 789,8% en ese periodo, hasta los 743,5 millones.