Rue20 Español/ Rabat
El paraíso está debajo de los pies de las madres, dice un hadiz auténtico. También parte del éxito de la selección marroquí está debajo de los pies de las madres. La madre ha sido uno de los secretos de la gesta de la selección marroquí en el Mundial de fútbol de Catar.
La madre marroquí ha contribuido en la llegada de la selección a las Semifinales. Walid Regragui puso orden y táctica. Hubo dos pizarras: una dentro de la cancha y otra fuera. Más bien en el hotel.
Ni novias ni amadas ni agentes ni amigos ni fiestas. El respeto, la familia, la concentración, amor, afecto. Las madres fueron las garantías. Walid tomó cartas en el asunto. Y todo salió bien. Ahora Regragui revela el papel de la madre en su éxito. Las medidas restrictivas han dado sus frutos.
Regragui no dio la libertad de elegir a sus pupilos en la concentración del Mundial. Les exigió invitar solo a familiares según la definición de la familia en la sociedad marroquí. Una esposa no es como la novia. Los matices hacen muy bien las cosas.
Regragui explicó por qué las madres de los jugadores fueron tan importantes en Qatar.
«[Las madres] nos iluminaron. Normalmente los jugadores dedican mucho tiempo a distraerse con las chicas, con las redes sociales, las joyas, las fotos, el Rolex, el Louis Vuitton, las gafas… En Qatar recuperamos a las madres en el hotel de concentración», confesó Regragui en una entrevista concedida al diario El País ayer.
«En 2018 tuvimos muchos problemas porque los jugadores llevaron a la concentración a sus agentes y a sus novias y amigas. Yo cambié el reglamento: solo se permitía el alojamiento de las esposas y los hijos o los familiares, hermanos, hermanas, padres y madres. Mirábamos los pasaportes de todos para verificarlo. Si les hubiera dado a elegir, la concentración se habría vaciado de madres. Pero como solo podían traer familiares, se llenó de madres. Y las madres ponen orden. Para mí fueron muy importantes porque el círculo familiar gira en torno a ellas», detalló Regragui.
«Para los musulmanes la reunión de las familias el viernes en torno al cuscús de la madre es muy importante. Solo las madres son capaces de reunir a los hijos así. Yo lo viví en la Copa de África: estar encerrado durante un mes sin ver a nadie más que a tus compañeros no es necesariamente saludable, por más que a los medios de comunicación y al público le parezcan fenomenal las concentraciones herméticas porque dan una idea de obsesión por la victoria. Lo cierto es que pasarse el día hablando de fútbol con tus compañeros y escuchando al entrenador no es tan positivo como poder hacer un alto de vez en cuando para estar una hora con tu familia», concluyó.