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Toufiq Slimani
España necesita a los marroquíes y los latinos para evitar la caída del sistema de las pensiones y seguir contando con la mano de obra suficiente en diversos campos. La nueva etapa hispano-marroquí inaugurada tras la reconciliación entre ambos Reinos, desde el 7 de abril de 2022, es una oportunidad para seguir profundizando los lazos humanos, sociales y económicos.
El aumento de la comunidad marroquí en España podría ser un factor facilitador y de acercamiento entre ambos países. Este aumento es un reto y una oportunidad, al mismo tiempo.
Ahora España necesita a miles de trabajadores. Y esa podría ser una oportunidad para los jóvenes marroquíes que quieran vivir en España. También es una oportunidad para luchar contra la inmigración y las redes de tráfico de personas, fomentar la migración ordenada y regular.
José Luis Escrivá, (Albacete, 62 años), ministro de Seguridad Social, ante la baja de la tasa de natalidad, reconoció hoy en una entrevista concedida a ElPaís que España necesita trabajadores extranjeros.
«Hemos proyectado un flujo migratorio neto de algo más de 250.000 personas al año, muy parecido a los que ha habido en los últimos años. Creo que es un flujo razonable y conservador, que es perfectamente asumible porque tenemos que trabajar efectivamente en procesos de migración ordenada, de atraer talento extranjero exterior», dijo el ministro.
Ahora los marroquíes ocupan el segundo puesto en el ránking de los extranjeros afiliados en la Seguridad Social española.
«Seguridad Social contó en febrero con 2.466.243 afiliados extranjeros, de los que 832.648 son de países de la Unión Europea (un 33,8%) y 1.633.595, de terceros países (el 66,2% restante). En total, suponen 30.684 afiliados más que el mes anterior. Un 56,1% son hombres (1.384.405), mientras que el 43,9% son mujeres (1.081.838). Los grupos de trabajadores extranjeros más numerosos proceden de Rumanía (332.627), Marruecos (308.581), Italia (159.244), Colombia (131.577) y Venezuela (125.747)», reza la última estadística publicada por el Gobierno español.
Además, España sufre desde 2000 el envejecimiento. La España vieja es una amenaza que no deja de avisar a los responsables españoles. El año pasado se habló de 133 personas mayores de 64 años por cada 100 menores de 16 años
A partir del año 2000 España es ya un país envejecido, con una tasa de envejecimiento que supera el 100% y que aumenta velozmente cada año, habiéndose producido el mayor incremento, de hecho, durante el pasado ejercicio, avisó el diario El Economista el pasado verano.
«Este envejecimiento imparable es fruto de la confluencia de dos factores: una tasa de natalidad en mínimos históricos y una esperanza de vida en tendencia alcista. El pasado año la tasa de natalidad se situó en 7 nacimientos por cada 1000 mujeres y el número de bebés nacidos alcanzó la menor cifra de toda la serie histórica, con 338.532 niños, un 39% menos que hace una década», agregó el mismo diario.
47.6 millones de personas residen hoy en España, casi 5.6 millones de ellos son extranjeros. Oficialmente, 776.223 marroquíes viven hoy en España, pero hay fuentes que hablan de un millón de marroquíes. Hay entre 300.000 y 500.000 marroquíes nacionalizados en España y que no se consideran extranjeros. Además podría haber más de 200.000 marroquíes en una situación irregular y que no se mencionan en las estadísticas oficiales.
Así, ambos países podrían convertir este reto demográfico en una oportunidad.