Rue20 Español/ Rabat
Todos los medios que pudieran conducir a la presidencia del Gobierno español serían usados por el Partido Popular español para sacar a Pedro Sánchez de la Moncloa. Por ahora Sánchez aguanta. PP clienta los motores de cara a las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo 2023, y las generales previstas para el próximo diciembre, atacando la política exterior de Sánchez hacia América Latina.
En un acto en Madrid con nuevos madrileños junto a Ayuso y Almeida, Alberto Núñez Feijóo, presidente del PP, subrayó ayer que siempre estará “cerca de quienes luchan por la libertad y lejos de los que la amenazan y la conculcan”, y contra quienes “rinden pleitesía a autócratas y a gobernantes aprendices de autócratas que utilizan a su pueblo” en América Latina.
Núñez se declaró “un hispano más, un español más, con una familia más allá del Atlántico”, y subrayó que el principio rector de la política exterior debe ser que “España sea el puente fundamental entre Europa y América Latina”. “Decir esto no puede ser un eslogan”, apostilla
Además exigió al Gobierno de Sánchez que trabaje para convertir la Presidencia española de la UE en una oportunidad que haga efectiva “la mayor integración” de la UE en Latinoamérica
El presidente popular recordó a abuelos y padres españoles que fueron a Hispanoamérica, cuyos hijos y nietos hacen ahora el viaje de vuelta: “Todos ellos, como vosotros, construyeron los lazos de la hermandad irrompible que supone la hispanidad; de los 500 años compartidos; y del español, el idioma con más futuro”.
Recalcó también que esa voluntad de integración entre ambos continentes se concreta en “grandes acuerdos” como el impulso definitivo al Mercosur, que debería “cerrarse” aprovechando la Presidencia de turno de la UE “para crear un mercado de más de 700 millones de personas”
Añade que esta Presidencia española de turno de la UE debería servir también para “cerrar” los acuerdos con Chile y México, que son “una prioridad” avanzada por la UE y por los europarlamentarios españoles
Feijóo lamentó “la oportunidad perdida y el fracaso diplomático” que supone que España no vaya a acoger la única cumbre entre Europa y América.