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El informe de evaluación de la acción del Programa Mundial de Alimentos (PMA) en Argelia 2019-2022 ha señalado graves disfunciones en la gestión por Argelia de la ayuda alimentaria destinada a las poblaciones de los campamentos de Tinduf.
Elaborado por un equipo de evaluación independiente, a petición del PMA, el informe señala la «ausencia» de control directo sobre la distribución de la ayuda alimentaria general y del libre acceso a los campamentos, indicando que la organización tiene una capacidad «limitada» para garantizar el cumplimiento de los principios humanitarios en los campamentos.
La ayuda alimentaria se distribuye a toda la población de los campamentos y no sólo a los más vulnerables, como se indica en los anteriores informes del PMA, señala el estudio de evaluación, apuntando que esta revelación desenmascara «una de las herramientas de la estratagema utilizada para inflar deliberadamente las cifras de población en los campamentos de Tinduf».
El PMA subraya, en este sentido, la necesidad de actualizar las informaciones sobre la ayuda alimentaria en los campamentos de Tinduf a la luz de esta nueva situación, y de reforzar la defensa del registro de esta población por el ACNUR, a la espera de su regreso a la madre patria. El registro es una herramienta clave para la protección, la evaluación de las necesidades y las soluciones, señala.
Según el documento, el PMA ha «tenido dificultades por establecer relaciones sólidas con la Media Luna Roja argelina».
Es la milicia «Polisario» la que organiza la distribución de la ayuda alimentaria en los campamentos en nombre de la Media Luna Roja argelina, señala el informe, constatando así una perpetuación de la devolución por Argelia de sus responsabilidades a la milicia «Polisario», antes de precisar que la devolución ha sido condenada desde 2018 por el Comité de Derechos Humanos.
Uno de los desafíos de la evaluación es que todos los participantes en las entrevistas y discusiones de grupos son seleccionados por las supuestas «autoridades de los campamentos», denuncia el informe, señalando que las visitas sobre el terreno y las auditorías realizadas por una u otra organización en los campamentos de Tinduf en Argelia no podrían ser creíbles y no podrían dar cuenta de las malversaciones.
Esto indica también una voluntad de impedir que el equipo de evaluación entre en contacto con personas que podrían revelar otras disfunciones y desvíos de la ayuda, comenta el informe.