Rue20 Español/ Rabat
Entrevistado por Ismail El Khouaja
Marruecos y España han sabido gestionar sus asuntos y convertir la crisis en una oportunidad estratégica que beneficia a las dos orillas del Mediterráneo.
Muchos analistas festejaron esta nueva etapa, sellada con la firma de una veintena de acuerdos de cooperación, con discursos y reacciones fervientes que, a veces, nada tienen que ver con la realidad. Mientras tanto, muy pocas son las voces que han reflexionado detenidamente sobre la realidad y los resultados de las RAN (s), sobre todo en el plano cultural.
Mohamed Abrighach, presidente de la Asociación Marroquí de Estudios Ibéricos e Iberoamericanos (AMEII), es uno de los pocos hispanistas que optan por el realismo y la objetividad a la hora de analizar la realidad cultural hispano-marroquí.
En una entrevista concedida al diario digital Rue20 Español, el autor de Edición y libro español en Marruecos, junto con una docena de libros, habla sobre la situación del hispanismo en Marruecos, la cooperación cultural, la necesidad de abrirse más a América Latina, al tiempo que plantea interrogantes imprescindibles de pensar y reflexionar.
Abrighach es también profesor de Literatura Española en el Departamento de Estudios Hispánicos de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas de la Universidad Ibn Zohr de Agadir y responsable del Máster «Interculturalismo, Marruecos y Mundo Hispánico»; director de la revista web El Hispanismo del Magreb; y miembro de Calima, Red Canarias-África de Investigadores en Comunicación y Cultura.
Las reuniones de Alto Nivel son un termómetro importante para medir el estado de las relaciones entre Marruecos y España, ¿Cómo evalúa la veintena de acuerdos firmados, principalmente en el plano educativo y cultural?
La celebración de la RAN es algo positivo, sobre todo, después de una aguda crisis diplomática y de muchos años de inactividad. No se ha trascendido nada detallado de lo que se ha firmado en el aspecto educativo y cultural, a excepción de lo que ha salido muy resumido en la prensa. Por lo que es difícil, según mi modesta opinión, pronunciarse al respecto con conocimiento de causa.
En todo caso, los acuerdos y memorandos se deben siempre aplaudir, pero lo que a mí me parece esencial y casi decisivo son los hechos y cómo lo firmado se lleve a la práctica.
La realidad nos ha enseñado que todos los textos de los convenios, tratados o memorandos son en cierta medida protocolos en que se expresan las buenas intenciones de colaboración o cooperación, porque en la mayoría de las veces no van acompañados de una agenda clara y precisa en términos de ejecución. Dejemos al tiempo contestar a la pregunta a corto o a largo plazo.
Me acuerdo de que, desde los años ochenta, se ha venido hablando a escala oficial de la posibilidad de crear una universidad hispano-marroquí que se iba a llamar de los dos reyes, pero hasta el día de hoy no vemos nada en la realidad e incluso ni se ha vuelto a hablar del tema pese a su importancia, sobre todo que ya se están implantando en nuestro país universidades privadas e internacionales.
Otra cosa más, durante la RAN se ha referido que hay en España casi 5000 marroquíes estudiando en las universidades españolas, con un promedio de 800 y pico matrículas anuales, datos que son muy insuficientes dada la vecindad geográfica y la profundidad histórica de las relaciones entre los dos países, sobre todo que estamos viendo que, en otros países como Turquía y Ucrania, muy lejanos cultural y lingüísticamente de Marruecos, se matricula un número superior al registrado en España.
Es un dato significativo y explica de por sí las actuales relaciones educativas entre nuestros dos países y necesita por ello toda una reflexión.
Pese a los convenios que se han firmado a lo largo de la historia, el hispanista marroquí apenas los notaba, ¿qué novedades atrae esta RAN para devolver la confianza y relanzar el hispanismo en el país?
Tal vez sea la moda de celebrar coloquios o jornadas sobre las relaciones hispano-marroquíes la novedad más notoria que trae la RAN. Digo una moda porque la Academia y la Universidad deben trascender lo circunstancial y abordar el tema en cuestión desde la objetividad y la razón, y con independencia intelectual. Es la mejor forma, en mi punto de vista, de calibrar estas relaciones sobre todo que son tan complejas y contradictorias como necesarias y arraigadas en la historia.
Por cierto, nuestro hispanismo es un gremio aislado y apartadizo y no reincide todavía suficientemente en la realidad cultural y social del país, pero está últimamente teniendo proyección internacional y haciendo una gran labor según se nota en la investigación académica, la celebración de actividades (congresos internacionales, jornadas y encuentros) y la creación literaria, sin olvidar, también su faceta asociativa (Asociación Marroquí de Estudios Ibéricos e Iberoamericanos, Asociación de Amistad y Solidaridad entre Marruecos y América Latina, Fundación Mgara Rebahi, Asociación Tetuán-Asmir, varias asociaciones de profesores del español, etc.) que es también muy significativa.
Aparte de que estudiemos y promocionemos la cultura hispánica y la memoria común histórica que une desde siglos nuestro país con España y América Latina, estamos creando a través de la literatura, me refiero a la literatura marroquí en lengua española, una nueva memoria común, una nueva hispanidad literaria que está aportando un plus al imaginario a la vez marroquí e hispánico y haciendo más reales y prácticas las relaciones entre nuestro país y el mundo hispánico en general. No obstante, no estamos teniendo el suficiente reconocimiento que nos merecemos y parece como si estuviéramos invisibles.
En la península se nos considera, aunque no con suficiente apoyo, como los embajadores de España en Marruecos, pero en Marruecos se resiste a ver en nosotros sus embajadores en el mundo de habla hispana. En una palabra, el hispanismo marroquí va avanzando con sus propios miedos, con voluntarismo, acaso militantismo intelectual.
La(s) RAN y los correspondientes memorandos que derivan de ella(s) solo crean un ambiente positivo para la cooperación y esperemos a que contribuyan favorablemente de forma más eficiente a favorecer nuestra labor educativa, investigadora y creativa.
¿Cuántos estudiantes ha recibido su departamento en este ciclo académico tanto en licenciatura como en el Máster y Doctorado?
Yo no soy actualmente Jefe de Departamento de Estudios Hispánicos (Facultad de Letras y Ciencias Humanas, Universidad Ibn Zohr-Agadir), pero sí, desde hace dos años, responsable del Máster adscrito al mismo departamento llamado “Interculturalismo, Marruecos y Mundo Hispánico”.
En este corriente curso académico se han matriculado en el Grado (Licenciatura) casi cincuenta alumnos, mientras que en el Máster tenemos 14. En el Laboratorio de Investigación sobre Marruecos y Mundo Hispánico (LIMHIS) afiliado también a nuestro departamento están inscritos un total de 7 doctorandos que están trabajando sobre temas hispánicos.
¿Por qué el español pierde tanto peso en los departamentos de Hispánicas, mientras avanza en los colegios españoles e institutos Cervantes en Marruecos?
Es una pregunta común que se plantea siempre que se trae a colación la situación actual del español en Marruecos. Esta situación, debo afirmar, es muy compleja y tiene varias manifestaciones a la vez que explicaciones.
El hecho de que el español esté dejando de ser atractivo en la enseñanza reglada tanto secundaria como superior es un hecho que se está dando en los últimos años, lo cual se debe, entre otras, a dos razones principales. Primero, a la moda arrasadora e imparable del inglés y, segundo, a la falta de estrategia oficial en términos de política lingüística.
Se pregona oficialmente la necesidad de promocionar las lenguas extranjeras, pero no se despegan suficientes esfuerzos de sensibilización y orientación a favor de otras lenguas como el español pese a que este último, contrariamente al mismo inglés e incluso al francés, no es una lengua colonial y está muy arraigada en nuestro país con todos los visos de ser una lengua casi doméstica. Se viene utilizando en la vida social y también en la cancillería desde el siglo XV hasta el siglo XIX.
El hecho de que nuestra Constitución reconozca que el sustrato andalusí forme parte de la identidad nacional es un reconocimiento de la lengua española, pero pienso que se requieren más acciones para sensibilizar a los marroquíes de la importancia del español: 1) como lengua universal, la segunda lengua nativa hablada después del chino, 2) como lengua no colonial y casi nacional en nuestro país, y 3) como lengua necesaria para comprender nuestra historia así como nuestra presencia en el Al-Ándalus.
Por paradoja, como se plantea en el segundo segmento de la pregunta, el mismo español avanza y tiene demanda en los colegios españoles radicados en nuestro país, así como en los seis Institutos Cervantes.
En ambos casos, se trata de una elitización del español, una posibilidad a la que accede solo una minoría que tiene recursos económicos para ello, lo cual no se puede entender como síntoma de buena salud del español en nuestro país. De esta minoría no ha salido hasta el momento, que yo sepa, ningún escritor en lengua español, por ejemplo. Los casi dos o cinco mil alumnos de los IC llegan solo al nivel B2 y nunca van más allá por la simple razón de que lo requieren para usos funcionales de comunicación y solo como otra tercera lengua.
El futuro del español está en la enseñanza pública donde estudia la mayoría de los marroquíes y es, en este campo, donde hay que actuar en términos de sensibilización y promoción. Es el mejor pozo de donde puedan proceder futuros hispanistas, escritores, historiadores o hispanófilos con capacidad para potenciar o acentuar la hispanidad local marroquí y actuar por ende de verdaderos tendedores de puentes con el mundo hispánico.
¿Qué hace su departamento para materializar la nueva hoja de ruta hispano-marroquí que se puso en marcha tras la visita del presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, a Marruecos por invitación del Rey Mohamed VI?
La nueva hoja de ruta forma parte de una política general que se ha formulado después de una crisis entre los dos países. Lo firmado, como he dicho antes, no debe de ser negativo y puede redundar en beneficio de las universidades en materia de cooperación universitaria. Habida cuenta de que nuestras universidades gozan de autonomía, tanto en nuestro Departamento como en el Laboratorio de Investigación sobre Marruecos y el Mundo Hispánico (LIMHIS) que depende del mismo han venido llevando a cabo toda una serie de acciones de vocación hispánica antes y después de la RAN.
Se han firmado desde hace tiempo muchos convenios-marco de cooperación con universidades españolas como, a guisa de ejemplo, las de Cádiz, Las Palmas de Gran Canaria, La Laguna, Castilla-La Mancha, Málaga, Barcelona, Granada, etc. sobre todo en materia de movilidad, enseñanza y celebración de actividades. Es difícil hablar con detalle de todo ello, baste señalar, por ejemplo, el Máster conjunto con la Universidad de Las palmas de Gran Canaria “Interculturalismo atlántico Marruecos, Canarias e Iberoamérica” que se llevó a cabo entre 2008 y 2010, y los programas de Erasmus plus.
En 2020, continuando el anterior, abrimos un nuevo máster que esta vez llamamos “Interculturalismo, Marruecos y Mundo Hispánico”. Recibimos varias estancias de investigación españolas. Dentro de poco, en marzo acogeremos a dos investigadoras, una de la Universidad de Cádiz y otra de la Universidad de la Coruña. El Festival del teatro universitario que organiza y celebra anualmente nuestra Facultad acoge continuamente a dramaturgos y tropas universitarias de la península manteniendo siempre presente la lengua española.
Este mes de febrero, fecha en que se ha celebrado la edición 25 del festival, ha participado una tropa teatral de la Universidad Complutense de Madrid y también un dramaturgo español en el jurado del mismo festival.
En 2019, nuestra institución acogió el primer congreso internacional de la Asociación Marroquí de Estudios Ibéricos e Iberoamericanos que tuvo como tema el siguiente: “Letras africanas en lenguas ibéricas”.
Este 21 de febrero del corriente año, hemos celebrado la segunda edición del Encuentro Hispano-Marroquí de autores en que han participado dos autoras españolas y dos autores marroquíes en lengua española, mientras que el 7 de marzo próximo tenemos previsto hacer un homenaje a la escritora Concha López Sarasúa que tenía una buena relación con esta universidad con la participación de su hija, Ana Cristina Baidal y otros estudiosos y traductores marroquíes de su obra.
Continuando una jornada de estudio celebrada en 2018, vamos a organizar otra sobre el mismo tema, la literatura marroquí en lengua española, el año próximo en colaboración con la Fundación Euroárabe de Altos Estudios de Granada en que serán invitados los mejores especialistas en la materia. También organizamos un sinfín de actividades como conferencias, seminarios y talleres. Cito, por ejemplo, el seminario de Gonzalo Fernández Parrilla (Universidad Autónoma de Madrid), de Mohamed Baya (Universidad de Granada) y Jesús Meza Morales (Universidad de Bahamas), sin olvidar la creación en 2020 de una representación en nuestro Departamento de la Cátedra Fátima Mernissi de la Universidad Autónoma de México.
Los marroquíes aprenden fácil el idioma español, pero no es el caso en cuanto a la cultura. Lo que deja abierta la puerta ante malentendidos y prejuicios que salpican los lazos entre los dos pueblos. ¿Qué se debe hacer para que Marruecos sea bien conocido en España y viceversa?
Difícil pregunta, tal vez la pregunta del millón. Si llegamos a contestarla con pertinencia llegaríamos a buen seguro a solucionar muchos de los actuales y futuros problemas que tenemos y tendremos con España. Por cierto, los prejuicios existen en ambas orillas, pero habría que hacer una matización muy importante y necesaria.
Pese al desconocimiento de lo español que tienen los marroquíes en clave cultural de España, le profesan admiración, incluso envidia, sobre todo por su modelo democrático de autonomías y su sofisticada industria turística, lo cual explica la gran cantidad de turistas que últimamente visitan a la península con incluso tendencia a comprar bienes inmuebles en ella, como se ha averiguado en los últimos años. No obstante, en España ocurre lo contrario.
Existe una arraigada y casi general aversión o falta de empatía con respecto a Marruecos en particular. Hay incluso un empedernido sentimiento de ansiedad hacia lo moro, es tan sustancial en la cultura española que se convirtió en fundamento intrínseco de su identidad como nación. Lo moro es solo un espejo en que se mira no para reconocer su alteridad, sino para negarla y afirmar la suya con un sentimiento añadido de superioridad moral propiamente occidental.
Por eso, Marruecos debe hacer esfuerzos más que enormes para corregir esta dialéctica que solo se debe combatir con la acción cultural en España dando a conocer su cultura y la supuesta memoria común que lo une con la península, sobre todo que que tiene allí instalada una comunidad migrante nacional, la más numerosa, aparte de un significativo hispanismo local que puede utilizar en este sentido. Por desgracia nada de eso se hace, y hasta el momento no tenemos ningún centro cultural marroquí, una Casa de Marruecos digamos, en el país. Existe un proyecto en Barcelona, pero todavía no se ha hecho realidad.
En definitiva, pienso que Marruecos no ha hecho nada en este aspecto y debe implicarse más por si quiere que se le conozca y luchar así contra la mala prensa que tiene en España. Es una necesidad casi vital.
¿Cree usted que Marruecos necesita también una nueva hoja de ruta cultural para con América Latina?
Efectivamente, América Latina es otra asignatura pendiente en la política exterior de Marruecos, es la otra orilla que históricamente hemos descuidado y debemos ahora y en el futuro desplegar más esfuerzos de apertura en este sentido.
Pienso que la vista de Mohamed VI al continente en 2004 recorriendo los importantes países como México, Argentina, Perú, República Dominicana y Chile entra dentro de esta nueva política; lo es también la creación en 2007 del Instituto de Estudios Hispano-lusos y el Centro Mohamed VI para el Diálogo de Civilizaciones en Coquimbo.
Si bien el primero no hizo verdadera diplomacia cultural, la razón principal para su creación, aparte de impulsar los estudios sobre el mundo ibérico e iberoamericano, el segundo centro cultural está llevando a cabo una significativa labor cultural promocionando la marca Marruecos en Chile tanto en términos de publicación de libros como de organización de actividades, encuentro y exposiciones. Una experiencia que se debe hacer extensiva, no solo a los principales países latinoamericanos como Brasil, Argentina y México, sino también a España. La desaparición del Instituto de Estudios Hispano-lusos y su correspondiente fusión en un centro más amplio es una mala noticia.
La misma suerte tuvo también lamentablemente el Instituto de Estudios Latinoamericanos que se proyectó crear hace una década en Tánger con ocasión de la celebración en Marrakech de la Cumbre Mundo Árabe-América Latina.